El presidente Javier Milei ha confirmado su asistencia a la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, que tendrá lugar este próximo sábado en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú.
Este encuentro marca un nuevo acercamiento presencial con su par Luiz Inácio Lula da Silva y se da en un contexto de intenso debate sobre los aranceles externos y la integración económica regional. La cumbre adquiere particular relevancia tras la reciente postergación del tratado comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, añadiendo una capa de complejidad a la agenda de los mandatarios sudamericanos.
El reencuentro de Milei y Lula en Foz de Iguazú
La reunión semestral de presidentes se realizará el sábado 20 de diciembre en la localidad fronteriza de Foz de Iguazú, Brasil. Esta fecha se consolida tras una serie de cambios en el cronograma original y negociaciones diplomáticas, donde la Cancillería brasileña (Itamaraty) había modificado la fecha inicial por la falta de definiciones de la Unión Europea.
Pese a las dudas iniciales de la Casa Rosada y disidencias internas por el calendario, el presidente Milei decidió su participación, según informó La Nación.
La logística presidencial argentina ya se encuentra en la sede de las deliberaciones, y el canciller Pablo Quirno participará este viernes 19 de diciembre en la reunión del Consejo del Mercado Común, un espacio clave para los ministros de Relaciones Exteriores y Hacienda del bloque. La presencia argentina busca sostener los vínculos regionales y promover la baja de aranceles para facilitar el comercio internacional.
La agenda regional: aranceles y críticas al Mercosur
El temario principal para los mandatarios incluye la situación de las libertades económicas en la región. Javier Milei, quien en anteriores ocasiones mantuvo una postura crítica sobre el funcionamiento del organismo, se espera que insista en la necesidad de acuerdos que permitan el crecimiento del sector privado.
Durante la última cita en Buenos Aires, el presidente argentino había afirmado: “El Mercosur incumplió su objetivo original, cercenó libertades económicas y privó de oportunidades a los privados de la región. De mercado y de común, le quedó cada vez menos». Este sábado, la delegación nacional buscará impulsar una visión que alinee la integración regional con principios de apertura y dinamismo económico.
El frenazo del acuerdo UE-Mercosur: un revés con impacto regional
La cumbre se celebra con el telón de fondo de la decisión de la Comisión Europea de retrasar la firma del pacto comercial con el Mercosur hasta enero. El Consejo de Europa analizó en Bruselas el aval a este acuerdo arancelario y de inversiones que lleva 25 años sin resolución definitiva.
Factores como la protección de los sectores agrícolas de Francia e Italia, coordinada por los presidentes Emmanuel Macron y Giorgia Meloni, jugaron un rol central en esta demora. El presidente Lula da Silva, por su parte, mostró su decepción ante la falta de avances, advirtiendo incluso que «si no lo hacemos ahora, Brasil no firmará más acuerdos mientras yo sea presidente». Este escenario de incertidumbre en las negociaciones europeas agrega presión a la agenda interna del bloque sudamericano.
Tensiones diplomáticas previas y elogios europeos
Previo al viaje, la relación bilateral entre Argentina y Brasil experimentó un cruce a raíz de una imagen en Instagram que representaba a Brasil como una gran favela, atribuida erróneamente a un «reposteó de Milei», lo que generó un fuerte repudio desde el gobierno de Lula da Silva.
A pesar de esto, Milei ha elogiado recientemente a los líderes europeos que frenaron el pacto comercial, calificando a Macron como «un tipo muy inteligente, una cabeza no convencional» y destacando su relación de amistad con Meloni. Estas declaraciones matizan el clima previo a la cumbre, donde los líderes sudamericanos analizarán la falta de garantías para la competencia comercial con el bloque europeo en un delicado equilibrio diplomático y económico.




