En el marco de la movilización convocada por la CGT, el dirigente sindical Gustavo Fita cuestionó duramente la reforma laboral impulsada a nivel nacional y advirtió sobre la pérdida de derechos, la destrucción de puestos de trabajo y el impacto directo en ciudades como Comodoro Rivadavia.
Durante la movilización de la CGT en rechazo a la reforma laboral, el referente sindical Gustavo Fita lanzó duras críticas contra el proyecto impulsado por el Gobierno nacional y alertó sobre sus consecuencias para los trabajadores y las economías regionales.
“Es una ley que es retroactiva, que va para atrás. No defiende derechos, sino que quita un montón de derechos adquiridos del mundo del trabajo”, sostuvo Fita ante los manifestantes. En ese sentido, remarcó que medidas como el banco de horas no benefician a los trabajadores: “No es que el trabajador va a elegir cuántas horas trabajar, sino que el empresario va a decidir cuántas horas trabaja el empleado”.
El dirigente aseguró que la reforma no garantiza mejoras ni para los asalariados ni para las pequeñas y medianas empresas. “Hablamos con empresarios de la ENAC, de la Cámara Empresaria Pyme, y ellos mismos nos dicen que se pierden 35 mil pymes por mes. Eso genera pérdida de puestos de trabajo”, explicó.
Fita también vinculó la crisis laboral al DNU 70/23 y a las políticas económicas del Gobierno nacional. Según detalló, desde su implementación se perdieron alrededor de 250 mil puestos de trabajo en todo el país. “Comodoro Rivadavia es un ejemplo claro: 12.500 puestos de trabajo menos, 6.500 de la industria petrolera, más los indirectos, y cerca de 300 comercios cerrados en los dos centros de la ciudad”, señaló. De acuerdo con El Comodorense.
En ese contexto, llamó a los legisladores nacionales, al gobernador y a los intendentes de la provincia a asumir una postura firme. “Les pedimos que ayuden a decirle a los legisladores que voten a favor de la gente”, reclamó.
Fita también recordó declaraciones de la presidenta de la Comisión de Trabajo del Senado, Patricia Bullrich, quien había asegurado que no se perderían empleos. “Hoy vemos la realidad: trabajadores despedidos, regalías petroleras reducidas y salarios que no alcanzan. Un sueldo de 1.200.000 pesos en esta ciudad no alcanza para pagar la luz, el gas o la cuota de la casa”, afirmó.
Finalmente, destacó la unidad del movimiento obrero y aseguró que continuarán las acciones para frenar la reforma. “Acá está la CGT, la CTA y todos los sindicatos unidos. Vamos a seguir visitando a cada legislador para que tomen conciencia. Lo que pedimos es responsabilidad institucional”, concluyó.




