El Ministerio de Defensa otorgó ascensos retroactivos a 21 oficiales del Ejército y la Armada que, según Luis Petri, fueron «injustamente marginados» durante el gobierno anterior.
La medida busca reparar lo que califican como una deuda histórica.
La justificación de los ascensos retroactivos
Según informó el ministro Luis Petri a través de su cuenta de X, los ascensos tienen carácter retroactivo a 2018 y benefician a oficiales que fueron marginados «por cuestiones ideológicas» durante la gestión del expresidente Alberto Fernández. Petri fundamentó la medida como un acto de «justicia histórica» que busca «devolver dignidad y orgullo» a las Fuerzas Armadas, señalando que «la Patria estaba en deuda y empezamos a saldarla».
El listado de beneficiados en el Ejército
El Ministerio de Defensa difundió un listado oficial que incluye a los oficiales del Ejército que obtuvieron el ascenso. Entre los beneficiados figuran Guillermo Alejandro Saa, Jorge Luis Toccalino y Ricardo Horacio Muñoz. Completan la nómina Ramón Eduardo Centeno de la Vega, Francisco Javier Canevaro, Marcelo Ramón Borzone y Mario Alejandro Díaz.
El comunicado oficial caracteriza a estos militares como «patriotas» que enfrentaron silenciamiento y desprestigio sistemático durante años. Según la cartera de Defensa, estos profesionales sufrieron un constante menoscabo en sus carreras por razones que el gobierno actual considera injustificadas.
La documentación presentada detalla cómo sus trayectorias encontraron obstáculos recurrentes que limitaron su desarrollo profesional dentro de la fuerza.
Los ascensos en la Armada y su simbolismo
La medida también incluye ascensos en la Armada, aunque el ministerio no difundió los nombres específicos de los beneficiados en esta fuerza. Fuentes oficiales indicaron que la decisión reconoce trayectorias que «fueron injustamente desestimadas» en el pasado. Petri subrayó el carácter simbólico de la medida: «Devolvemos a nuestras Fuerzas Armadas un reconocimiento que va más allá de un ascenso; es una reparación histórica».
El contexto político de la decisión
El anuncio se enmarca en una serie de iniciativas del gobierno actual destinadas a fortalecer el rol de las Fuerzas Armadas y responde a reclamos internos dentro de ambas instituciones. Petri enfatizó que su gestión elige «la libertad sobre el sesgo ideológico; la dignidad y el respeto sobre la persecución», reflejando una clara postura frente a administraciones anteriores.
Repercusiones y críticas políticas
La medida generó inmediatas reacciones en el arco político. Sectores opositores cuestionaron el carácter retroactivo de los ascensos y la interpretación ideológica que sustenta la decisión, mientras que los aliados del gobierno la calificaron como «un acto de justicia y reparación para quienes han servido al país». El ministro Petri defendió la medida como parte de la obligación de «contar la historia completa, con memoria y con justicia».
Hacia una nueva relación con las Fuerzas Armadas
Esta decisión representa un cambio significativo en la política de defensa y en la relación del Estado con sus fuerzas militares. Al describir a los oficiales ascendidos como «patriotas» y enfatizar el orgullo que la sociedad y el gobierno sienten por las Fuerzas Armadas, se marca un rumbo diferente en la valoración de la institución castrense dentro del proyecto nacional. Información extraída del medio Radio3.