Argentina y EE.UU. avanzan en un acuerdo comercial con fuertes concesiones.
La Argentina y Estados Unidos dieron un paso decisivo hacia un acuerdo comercial amplio que modifica el acceso a varios mercados estratégicos. El entendimiento, anunciado de manera conjunta por los gobiernos de Javier Milei y Donald Trump, contempla la reducción recíproca de aranceles y la apertura de sectores sensibles. Según informó iProfesional en su cobertura oficial, la negociación incluyó exigencias clave del gobierno norteamericano vinculadas a patentes y propiedad intelectual.
La declaración conjunta, difundida desde la Casa Blanca, marca un hito bilateral dado que incorpora productos considerados críticos para la seguridad nacional de EE.UU., como el acero y el aluminio, además de carnes, productos agrícolas y farmacéuticos.
Un acuerdo que redefine la relación económica bilateral
De acuerdo con fuentes oficiales que participaron de las conversaciones —citadas por iProfesional— el marco del acuerdo plantea nuevos compromisos para la Argentina en materia de propiedad intelectual. El país aceptó reforzar la protección de patentes en medicamentos, agroquímicos y productos sujetos a falsificaciones, alineándose con estándares exigidos desde Washington.
A cambio, la administración de Trump ofreció avanzar en la eliminación de aranceles para bienes agrícolas, recursos naturales y parte del sector farmacéutico, además de destrabar el comercio de acero y aluminio bajo la llamada sección 232, que regula artículos vinculados a la seguridad nacional.
Sectores alcanzados y efectos esperados
El acuerdo prevé una apertura gradual de mercados, lo que impactará especialmente en industrias exportadoras argentinas como la agropecuaria, la energética y la cárnica. Para Estados Unidos, el beneficio se concentra en el acceso a insumos estratégicos y en la garantía de un marco regulatorio más rígido en materia de falsificación y uso de patentes.
Fuentes consultadas destacan que este tipo de convenios suele generar un incremento en el intercambio comercial, aunque los efectos concretos dependerán de la implementación final y de la letra chica que aún se negocia.
Repercusiones políticas y económicas
El anuncio generó repercusiones inmediatas en distintos sectores productivos y en el ámbito político. En Argentina, especialistas celebraron la posibilidad de ampliar mercados, mientras que otros advirtieron sobre el impacto que podrían tener los compromisos en propiedad intelectual para la industria farmacéutica nacional.
En Washington, el acuerdo fue presentado como un triunfo diplomático y económico en la estrategia de la administración Trump por reforzar alianzas hemisféricas.
El marco acordado abre una nueva etapa en la relación comercial entre ambos países, pero también plantea desafíos sobre el impacto real en las industrias locales y la capacidad del Gobierno para equilibrar beneficios y compromisos. En las próximas semanas continuará la negociación técnica, que definirá los plazos y alcances del histórico entendimiento.




