El Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia impuso condenas ejemplificadoras a tres internos de la Unidad Penitenciaria N°6 de Rawson por un brutal ataque a facazos que dejó a su víctima en estado crítico.
El hecho ocurrió el 7 de marzo en el Pabellón 14 de la cárcel y fue calificado como intento de homicidio, resultando en penas que van desde los 4 años y medio hasta los 15 años de prisión efectiva. Según el fallo judicial al que accedió Radio3. del cual se extrae esta información, los tres agresores fueron declarados reincidentes.
Una Emboscada Planificada en la Cárcel
Los condenados Brian Daniel Corrales Colman y Joaquín Miguel Almirón forzaron la entrada a la celda N°3 del Sector «D», donde se encontraba alojado Matías Sánchez bajo resguardo diferencial. Una vez dentro, lo atacaron con facas y golpes mientras un tercer interno lo sujetaba. Víctor Antonio Barrios Sosa se sumó a la agresión utilizando un objeto contundente, provocándole lesiones graves a la víctima que facilitaron que el ataque continuara. La violencia solo cesó cuando Sánchez logró llegar hasta la reja de acceso del pabellón.
Penas Severas para Reincidentes Peligrosos
El tribunal aplicó penas distintas a cada interno. Evaluó su nivel de participación en el hecho. Víctor Antonio Barrios Sosa recibió la condena más severa: 15 años, 2 meses y 6 días de prisión. Para Brian Daniel Corrales Colman, la sentencia fue de 5 años y 6 meses. Joaquín Miguel Almirón, por su parte, cumplirá 4 años y 6 meses. Los tres hombres ya poseían antecedentes. Tenían condenas previas por homicidio y otros delitos graves. Por este motivo, la justicia los calificó como reincidentes.
Un Ataque que Pudo Ser Fatal
El ataque fue presenciado parcialmente por personal penitenciario, que intentó disuadir la golpiza mientras aguardaba refuerzos para controlar la situación. La víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Zonal «Santa Teresita» de Rawson, donde ingresó a Terapia Intensiva con un facazo que le perforaba el tórax. Milagrosamente, Sánchez logró sobrevivir a las graves heridas, aunque tras su recuperación decidió no participar en el proceso judicial contra sus agresores. Este fallo marca un precedente importante en el tratamiento de la violencia intramuros en el sistema penitenciario chubutense.




