El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció una modificación en el plan de vacunación contra la fiebre aftosa que reducirá 16 millones de dosis.
La medida, respaldada por el sector agropecuario, generará un ahorro estimado de 25 millones de dólares para los productores sin comprometer el estatus sanitario.
Los Detalles de la Nueva Estrategia Sanitaria
A través de un mensaje en la red social X, Caputo detalló que la Resolución del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) se publicará mañana en el Boletín Oficial. La medida establece que, a partir de la segunda campaña de vacunación del 2026, se dejarán de vacunar las categorías de vaquillonas, novillos y novillitos. El ministro fundamentó esta decisión afirmando que estos animales “poseen la inmunidad necesaria”, por lo que el cambio no comprometerá la sanidad animal. Según sus cálculos, esto implicará un ahorro de 14 millones de dosis y unos 22 millones de dólares.
Excepción para los Feedlots y Ahorro Adicional
El anuncio incluyó una segunda medida específica para un segmento clave de la producción. Caputo indicó que los establecimientos de engorde a corral (feedlots) quedarán exceptuados de la primera campaña de vacunación del año. Esta decisión, según explicó, permitirá una disminución de casi 2 millones de dosis, generando un ahorro adicional estimado de 3 millones de dólares para ese sector productivo. En su conjunto, las medidas representan una reducción de 16 millones de dosis y el ahorro total de 25 millones de dólares.
Un Cambio Esperado por el Campo y su Contexto Político
La noticia fue bien recibida por los referentes del sector agropecuario. Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), declaró al sitio Infobae: “Están en línea con lo que veníamos pidiendo: una reorganización con el tema de la vacunación, por suerte está pasando”. Este anuncio se produce en un contexto particular para el Senasa, que hace poco más de un mes vio la renuncia de su presidente, Pablo Cortese, en medio de una fuerte disputa por la importación de vacunas veterinarias. Bajo su gestión, se facilitó la importación de estos productos, una política impulsada por el Gobierno para abaratar costos que encontró el rechazo de los laboratorios nacionales.
Las nuevas medidas de vacunación se enmarcan en la misma política de desregulación y reducción de costos para el sector productivo, buscando eficientizar el gasto sin poner en riesgo el valioso estatus sanitario que permite el comercio internacional de carnes. Información extraída del medio Infobae.