Es de público conocimiento que un funcionario del municipio de Trelew que comanda Máximo Pérez Catán, acompañado por dos guardaespaldas, molió a golpes a un periodista del diario El Chubut luego de decir que “había que ejecutarlo”. La violencia política, que creíamos superada, vuelve a ocupar la tapa de los diarios.
Tal como consigna hoy en su tapa el diario El Chubut, ayer, el periodista Rodrigo Mansilla fue salvajemente agredido por un funcionario de la Municipalidad de Trelew acompañado por dos guardaespaldas.
Ante estos gravísimos hechos, desde Noticias de Chubut queremos hacer pública nuestra solidaridad con el colega Mansilla y advertir sobre el regreso de algo que creíamos una etapa superada en Chubut: la patota como forma de acción política.
Según narra el diario El Chubut, Mansilla fue abordado en la puerta del municipio por el coordinador de Tránsito, Alberto Segundo. “Mírenlo bien, éste es al que tienen que ejecutar”, les dijo Segundo a las dos personas que lo acompañaban cuando agredieron al periodista de FM El Chubut y diario El Chubut. Las amenazas del intolerante funcionario dasnevista continuaron dentro del mismo palacio municipal y haciendo alusión a su función periodística. En las puertas del municipio llegó la cobarde agresión física. La trompada sorpresiva y de costado derribó a nuestro compañero que cayó impactando en el cordón de la vereda. Debió ser atendido en el Hospital. Cree que se trató de un hecho premeditado.
Aparentemente, el dasnevismo cambia de nombre pero no de mañas. Antes se llamaba Modelo Chubut, después Chubut y su Gente y ahora ChuSoTo, pero todavía alberga en su seno a personajes violentos y se resiste a abandonar algunas de sus prácticas más cuestionables. Esta vez le tocó padecerlas a Rodrigo Mansilla, incluso cuando nunca se mostró demasiado crítico hacia el exgobernador sino más bien todo lo contrario. Porque, en honor a la verdad, hay que decir (y ello no constituye un juicio de valor) que Mansilla es un periodista cercano al dasnevismo.
A pesar de eso, en la escena de violencia explícita de la que da cuenta El Chubut, cuando Rodrigo Mansilla acudió ayer al mediodía a la Municipalidad de Trelew para realizar su tarea periodística, bajando de las escalinatas del hall central lo esperaban Segundo y otras dos personas. El funcionario se desempeñaba como Coordinador de Tránsito y solía tener fácil acceso a las distintas oficinas municipales.
Fue el mismo Segundo quien interceptó al trabajador siempre secundado por sus compañeros, uno identificado como Willy en la posterior denuncia policial. En ese momento el funcionario hizo la primera amenaza advirtiendo a Rodrigo de que lo iban a “ejecutar”.
Uno de los agresores pretendió sacarle una foto con su celular a la víctima, al tiempo que recibía órdenes de Segundo diciéndole: “Mírenlo bien, lo van a ir a buscar donde lo encuentren, lo van a cagar a trompadas. Lo van a poner en bolas y lo van a colgar”.
Con su actitud que dejó lo patoteril para transformarse en mafiosa, mientras salían a la vereda Segundo hizo clara referencia al trabajo periodístico de Mansilla en El Chubut aludiendo a que “estás escribiendo cosas mías. Yo te voy a hacer cagar”. Y para que la amenaza resulte aún más convincente, agregó: “Yo lo voy a hacer”.
No conforme con tamañas amenazas propinadas al trabajador de prensa, Segundo -en todo momento custodiado por las dos personas a las que señalaba al blanco a “ejecutar” según sus propios dichos- acercó su rostro al de Mansilla en una actitud aún más intimidatoria. “Yo te voy a hacer mierda, sé dónde vivís, sé todo de vos. Te voy a hacer cagar; sé tus horarios”, insistió el agresor.
Fue entonces cuando el secretario de Obras Públicas, Federico Massoni, advirtió la discusión y se acercó para intentar disuadir al Coordinador de Tránsito y sus dos colaboradores para que se retiren del lugar. El intento fue en vano porque Segundo empujó al periodista y la persona identificada como Willy le arrojó un certero y sorpresivo golpe de puño que impactó en su mentón.
“Caí y cuando reaccioné, porque estaba inconsciente, me di cuenta que estaba entre el cordón de la vereda y una camioneta”, relató Mansilla en la denuncia policial que realizó con posterioridad en la Comisaría Primera.
Hace falta algo más que una foto
Tal como relata El Chubut, fue Massoni quien dio aviso para que llamen a la ambulancia, dado que el periodista agredido estaba inconsciente sobre la calle. Debió ser atendido y sometido a estudios para descartar cualquier consecuencia, sobre todo por la caída.
Cuando la ambulancia partió hacia el nosocomio, el intendente Máximo Pérez Catán salió a la calle, advertido de la cobarde agresión al periodista. Luego acudió a informarse personalmente de su estado de salud.
Más allá de la foto de circunstancia junto al agredido, Pérez Catán -a la sazón el delfín de Das Neves- debería explicar por qué un simple director de tránsito anda con guardaespaldas. ¿Acaso los patovicas son parte de los atributos de un funcionario de la gestión municipal dasnevista?
Una explicación que también tendría que dar Mario Das Neves, quien rápidamente salió a hacer público su repudio, aunque nadie olvida que hace unos años fue él quien ordenó que una patota reprimiera salvajemente una protesta de maestros.
Todas estas aclaraciones serían mucho más pertinentes que las declaraciones de repudio, las cesantías a las apuradas o las fotos con cara compungida. En definitiva, la ciudadanía exige un compromiso cierto en contra de la violencia.
El Comodorense