El presidente Mauricio Macri prometió abrir 1.000 Centros de Primera Infancia en todo el país, en el curso del año 2016.
Lo hizo el 14 de abril del corriente año, en ocasión de presentar el Plan Nacional de Primera Infancia, en un acto llevado a cabo en el Centro de Desarrollo Infantil “Chispitas” del barrio Villa Zagala, del partido de San Martín en la provincia de Buenos Aires.
En dicho acto estuvieron presentes la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, el virtual viceministro de Desarrollo Social, Gabriel Castelli, el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, la secretaria nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, Yael Bendel, el intendente del partido de San Martín, Gabriel Katopodis, y el secretario de Desarrollo Social de San Martín, Oscar Minteguía.
En su peculiar estilo discursivo, entremezclando distintos tópicos y deseos de imprecisa conexión, Macri manifestó que “Lo que más nos interesa en el mundo es lo que va a pasar con nuestros hijos. Y quiero que en este camino estemos juntos. Hacia una Argentina más integrada, con menos exclusión. Donde eduquemos a nuestros chicos a trabajar, a respetar la ley. Una Argentina donde no haya impunidad y donde progresemos a partir de nuestro esfuerzo personal”. Sin dudas, todo un catálogo de diversas aspiraciones con una hilación difícil de interpretar.
Ampliando su enfática promesa, el jefe de Estado declamó que “Estamos comprometidos a construir 4.000 espacios de Primera Infancia”, antes de que finalice su mandato en 2019.
El Centro “Chispitas”, donde se llevó a cabo el acto de lanzamiento del Plan Nacional, recibió, el 23 de junio, la destacada visita de la “primera dama” argentina, Juliana Awada y la “segunda dama” norteamericana, Jill Biden (esposa del vicepresidente de los Estados Unidos), acompañadas ambas por la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. La Agencia Oficial Telam difundió la foto del significativo evento, donde se observa a Jill y a Juliana sentadas en una silla frente a once niñas y niños que las observan desde el suelo, junto a Carolina, mientras les muestran un libro en idioma inglés en cuya lámina se puede leer: “Then Lucy discovered a green beetle”. No resulta fácil poder verificar qué habrán podido aprender los niños de esa breve y promocionada visita, con foto incluida, de las tres ilustres “damas”.
El Programa de Centros de Primera Infancia (CPI) se creó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el año 2009. Existen, en la actualidad, 64 de estos Centros en la CABA. El último fue inaugurado por el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el 4 de mayo pasado en el barrio de Pompeya. El 13 de julio de 2015, Rodríguez Larreta prometió que “Vamos a llegar a los 100 CPI en toda la ciudad”, en un acto en el que fue acompañado por Mauricio Macri, Gabriela Michetti, Diego Santilli y Carolina Stanley.
Extrañamente, en la página web del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación no figura ninguna información acerca de la cantidad de Centros de Primera Infancia existentes y su distribución en las distintas provincias del país. Por lo cual la promesa presidencial de los 1.000 Centros en 2016 y los 4.000 para el 2019 resulta de difícil constatación y comparación. Por lo pronto, cabría saber, finalizando ya este año, si la promesa de Macri de los 1.000 Centros se concretó o fue simplemente un ampuloso anuncio incumplido de engañosa propaganda “populista”.
Sobre livianas y exorbitantes promesas, aviesas ellas, cabría recordar que, en 1996, el entonces presidente Carlos Saúl Menem, realizó también una fantástica promesa que luego -como tantas otras- no cumplió. Dijo, el execrable ex presidente: “Dentro de poco tiempo se va a licitar un sistema de vuelos espaciales mediante el cual desde una plataforma, que quizás se instale en Córdoba, esas naves van salir de la atmósfera, se van a remontar a la estratósfera, y desde ahí elegirán el lugar donde quieran ir, de tal forma que en una hora y media podremos estar en Japón, Corea o en cualquier parte del mundo y, por supuesto, más adelante en otro planeta si se detecta vida”.
Es de desear, por el bien de la infancia en particular, que la promesa de Macri de los 1.000 Centros esté cumplida y que se pueda demostrar fehacientemente. Y que ninguno de esos Centros esté ubicado y funcionando en la estratósfera.
Por Norberto Alayon