El Presidente dio de baja el proyecto para crear un Polo Audiovisual en la Isla Demarchi y puso sus terrenos en venta para desarrollos inmobiliarios. Ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda ya no es solo un concepto político, social y cultural, sino que ahora es también inmobiliario.
El presidente ya firmó el decreto que anuló la creación del Polo Audiovisual en la llamada “Isla Demarchi”, ubicada en el extremo sur de Puerto Madero. En su lugar, decretó la creación de un Polo de Desarrollo Urbano, es decir, un negocio inmobiliario de inversiones privadas en uno de los barrios más costosos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), según indicó el portal de noticias Nuestras Voces.
El decreto 153/2017, establece que el inmueble “deberá destinarse a formar parte de un Polo de Desarrollo Urbano, consistente en la ampliación y/o mejora de la infraestructura urbana existente en dicho inmueble y en las zonas aledañas, la incorporación y la promoción de inversiones en el área, la actividad inmobiliaria y la construcción de obras nuevas y/o remodelaciones en la zona”.
“El actual Presidente de la Nación continua estos pasos delictivos para hacer negocios inmobiliarios. No sólo autoriza la venta del predio de la Isla Demarchi sino también los aledaños que pertenezcan a la nación. Pero esta vez, enmarcados en un nuevo Polo llamada de “Desarrollo Urbano”, dijo Jonatan Baldiviezo, presidente del Observatorio de Derecho a la Ciudad.
El decreto señala: “Resultan notables las características del área denominada “Isla Demarchi” en cuanto a su dimensión, ubicación y potencialidades, que la convierten en un soporte de valor estratégico único en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para el desarrollo de una variada gama de proyectos de inversión, funcionamiento de determinadas áreas de servicio y logística, la construcción de edificios de diverso uso”.
Allí mismo, se aclara que es conveniente fomentar la inversión privada “para orientar un proceso de reconversión de todo el suelo urbano que conforma dicha área”. En otras palabras, estamos frente al modelo macrista de ciudad que concibe el espacio urbano como un negocio y que pone de manifiesto que la idea de ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda excede lo político, social y cultural, sino que ahora es también inmobiliario.