Se trata de fiscal Nicolás Arias, quien interviene en la causa que involucra a Héctor Darío Weiss (47), dueño de concesionarias de autos en Ushuaia y Río Grande y de una distribuidora de alimentos, y que está procesado como presunto responsable de abuso sexual reiterado y estupro cometido contra una niña de 14 años y contra otra que tenía 8 años cuando habrían comenzado los abusos y 11 o 12 años cuando concluyeron.
El expediente había sido elevado a juicio y el Tribunal Oral en lo Criminal de Ushuaia había fijado fecha de audiencia para el próximo 7 de mayo.
Sin embargo, el fiscal solicitó instrumentar el mecanismo de “omisión de debate”, que implica que el juicio no se realice y que el Tribunal evalúe un pedido de condena propuesto por la Fiscalía.
Para ello, Arias usó argumentos calificados de “insólitos” por los querellantes, como por ejemplo que “la edad y la educación son atenuantes, pues (Weiss) no culminó sus estudios secundarios”, detallaron fuentes judiciales.
La abogada Karina Echazú, querellante del caso en representación de una de las menores presuntamente abusadas, replicó que la falta de instrucción no puede ser un atenuante de pena cuando el imputado es “un comerciante reconocido en la zona” que posee “concesionarias de autos en ambas ciudades” y “maneja negocio familiares de bebidas y comestibles, además de una chacra”.
Por otra parte, Arias citó como atenuante que Weiss resulta “sostén económico familiar y posee dos hijos menores de edad”.
En ese sentido, Echazú evaluó que ello “no surge de la causa” ya que “la esposa (del empresario) maneja otro comercio y es profesional”.
“La alta inserción económica (del acusado) debería ser evaluada como un agravante, y no como un atenuante, ya que no puede alegar que le ha faltado el acceso a un estándar cultural y social que le impidiera adecuar su conducta a los patrones de vida en sociedad”, fundamentó la letrada.
Si bien la omisión del juicio no prosperará porque requiere el acuerdo de todas las partes, el pedido fiscal acarreó una reacción que podría repercutir en el desarrollo del proceso, ya que la querella representada por Echazú pidió que se aparte del caso al fiscal Arias.
“Ha perdido credibilidad frente a nuestros ojos. Claramente ha mostrado su intención de pedir una pena mínima de cumplimiento condicional, fuera de los parámetros admisibles. No llevará adelante la audiencia de debate y el alegato final con la energía y convicción que los graves hechos delictivos que están siendo juzgados requieren”, expresó la abogada.
Además, se quejó de que Arias “no consultó a nuestra parte como víctima antes de dar a conocer su propuesta”.
Según consta en el expediente, el empresario “se aprovechó de la inmadurez emocional” de la adolescente de 14 años y “aunque parezca irreal en los tiempos que corren”, usaba la excusa de invitarla con caramelos para que concurriera a su oficina comercial, aprovechándose también de la relación de amistad que tenían ambas familias.
Weiss “delineó su accionar con la finalidad última de mantener relaciones con una niña de sólo 14 años de edad, cuya inexperiencia sexual quedó acreditada”, aseveró la jueza de instrucción María Cristina Barrionuevo al procesar al sujeto en 2017.
En tanto, la otra chica abusada también declaró en la causa y brindó un “pormenorizado relato del tiempo, modo y lugar en que se habrían producido los tocamientos”, indicó la misma jueza.
De acuerdo a lo que demostró la Justicia, el sujeto le tocaba “la cola y los pechos cuando iban a darle de comer a los animales, y la besó en la boca en una oportunidad”.
“El poder de persuasión y de manipulación ejercido por Weiss iba estrechamente relacionado con el vínculo que tenía con el padre de la chica, y con una situación legal que la menor sobredimensionó, lo que le provocó miedo y temor”, escribió Barrionuevo en el fallo dictado en la etapa de instrucción.