El presidente de la empresa automotriz Audi, Rupert Stadler, fue detenido hoy en Alemania, en el marco de la investigación judicial por fraude y falsedad documental por la manipulación de los motores diésel y poco después fue designado su reemplazante.
«Confirmamos que el señor Stadler ha sido detenido esta mañana», indicó un vocero de la compañía, quien agregó que «no podemos proporcionar más información sobre la base de las investigaciones en curso». Agregó que «sigue prevaleciendo sobre el señor Stadler la presunción de inocencia».
En un Consejo de Administración celebrado pocas horas después, el gigante automotor eligió al actual director de ventas de Audi, al holandés Bram Schot, como presidente provisional de la automotriz alemana, según pudo saber la agencia alemana DPA de fuentes internas de la compañía.
La semana pasada, la Fiscalía acusó a Stadler y a otro miembro de la junta directiva de la filial de Volkswagen tanto de fraude como de «falsedad documental». Las viviendas privadas de Stadler, fueron allanadas para recabar pruebas.
El ministerio Público precisó que la causa trata sobre la comercialización de vehículos diésel que tenían un programa en sus motores que manipula la información sobre las emisiones de carbono.
Con estas acusaciones subió hasta 20 el número de inculpados por la Fiscalía, que denuncia que desde 2009 Audi vendió en Estados Unidos y en Europa al menos 210.000 vehículos diésel con un software fraudulento. La automotriz está acusada de fraude y de hacer publicidad engañosa penada por la ley.
A principios de febrero, ya se registraron la central de Audi en Ingolstadt y las oficinas en la fábrica de Neckarsulm.
En 2015, el consorcio automovilístico Volkswagen, al que pertenece Audi, reconoció haber vendido 11 millones de vehículos manipulados en todo el mundo.
El Día