En el campo popular, la idiosincrasia de nuestro país hace que siempre nos pongamos del lado del más débil, lo hacemos en un partido de fútbol, en una discusión callejera o cuando vemos alguna injusticia en la cual notamos que uno de los protagonistas tiene desventaja en relación al otro.
En la vereda de enfrente, existe la simpatía por el éxito financiero, hay sectores que ven como anhelo la adquisición de productos de lujo, viajes a lugares exóticos y los productos importados, algunos grupos hasta se distinguen solos como «Los Jóvenes Brilantes» en Chubut.
Lamentablemente este tipo de posturas, históricamente siempre fueron opuestas, en estos últimos tiempos el concepto “grieta” es el elegido para describirlo de una manera literal. Ubica a unos de un lado y a los otros en la vereda de enfrente.
Casualmente con los ladrones, pasa lo contrario, el imaginario social castiga y señala a aquellos que roban “gallinas” o en estos tiempos más actuales de los que roban “smart tv” y los ubica como la lacra que hay que desterrar de la existencia.
En cambio, son vistos con simpatía aquellos que orquestan un plan perfecto, idean estrategias y llevan adelante con éxito el robo a un banco o de una provincia como la nuestra en donde se robaron más de 50 mil millones de pesos y gozan de domiciliaria luego de donar una lata de pintura para pintar un jardín en donde el cartel que dirá «obra realizada con fondos recuperados en la causa «Revelación» será más caro que la misma obra.
En el ámbito político pasa algo similar y tenemos los dos ejemplos, de ninguna manera justificamos ningún tipo de saqueo a las arcas públicas, como se hizo durante 12 años de kirchnerismo donde se lucró con el Estado, se lo utilizó para el beneficio de unos pocos que ostentaban el poder o Macri que en dos años robo más que los Kirchneristas.
Sin ir más lejos en nuestra provincia, el «Dasnevismo» hizo lo mismo, estructuró una matriz de corrupción que denunció Cholila Online y que el tiempo nos dio la razón aunque parezca estar todo más arreglado que pelea de payaso. Esta matriz se orquest´p para saquear el Estado y concentrar sus recursos en unas pocas manos.
Se enriquecieron políticos que llegaron al poder con muy poco capital y se fueron, o aún están, transformados en millonarios, la gente ve sus mansiones a diario y sus autos de alta gama.
A este tipo de políticos la gente los odia, los condena y quieren que se vayan presos. Sin embargo, existe un sector social que simpatiza con los delincuentes profesionales por sobre los amateurs.
En tres años, el gobierno de Cambiemos puso en marcha un plan sistemático, clasista que multiplica la fortuna de un sector de la sociedad argentina. Que por ejemplo libera el precio del combustible porque tienen tiene acciones en las petroleras más importantes del mundo, libera las retenciones a las importaciones porque son los dueños de los campos o simplemente tienen su dinero en el exterior.
Estos dos casos, nos llevan a reflexionar si los funcionarios nacionales están preocupados por la escalada del dólar, preocupados por el impacto en el mercado interno o sonríen por lo bajo porque el dinero que tienen en el exterior se multiplica y aumentan sus riquezas día a día.
Mientras tanto, los delincuentes amateurs que se robaron purgan sus delitos ante la “Justicia”, ¿pasará lo mismo con los profesionales o la simpatía hará que sean considerados simplemente como políticos inútiles?.