Marisa Mercado, una vecina del barrio Moreira de Trelew, ayer vivió una odisea increíble cuando le llegó la boleta de la Cooperativa Eléctrica que decía que debía pagar 20 mil pesos.
Desesperada acudió las oficinas de Omresp en busca de ayuda: discutió con una mujer, se quedó sin aire, se desmayó y, cuando se despertó, estaba tendida en una camilla del hospital. Hasta el propio médico que la atendió se compadeció de ella; le confió que a él le había llegado una factura de 4 mil pesos y «estaba como loco».
Más de una decena de familias del barrio Moreira ya fueron a pedir ayuda al Municipio, porque les llegó entre 6.000 y 10.000 pesos en la boleta de la Cooperativa Eléctrica, dijeron fuentes oficiales. En diálogo con EL CHUBUT, Marisa Mercado, ya repuesta del horrible incidente, comentó que le pedirá ayuda al intendente de Trelew, Adrián Maderna, para despertar de esta pesadilla. «Le voy a hacer un cuadro a las dos boletas», ironizó la mujer ya distendida y confiada en que el Municipio la va ayudar a revertir este asunto.
Llegan las facturas
Marisa comentó que el 29 de mayo le entregaron la llave de su vivienda del IPV. La mujer vive junto a su marido, que es empleado metalúrgico, y sus tres hijos. Una semana después a Marisa ya le habían colocado el medidor de la Cooperativa Eléctrica, y le dijeron que la primera factura le iba a llegar «recién en septiembre».
Cuando hace un par de semanas Marisa volvió a la Cooperativa, se encontró con que la empleada de facturaciones puso cara de no entender nada. «La chica mira la boleta y me dice es una locura lo que te vino: son 10.000 pesos. ¿Tenés algún negocio? No, es una vivienda. Vamos a hacer el reclamo para revisar el medidor», relató Marisa.
A la semana siguiente, Marisa se encontró con que le había llegado otra factura por más de 11 mil pesos, que se le acumuló con la anterior de 10 mil pesos. Cuando hizo el reclamo le respondieron que era porque «no tenía gas» y seguro «debía usar caloventor». Pero Marisa comentó que no le cerró esta explicación porque en otra vivienda ella tenía caloventor y pagaba 1.900 pesos de luz. Aparentemente querían hacerle «un plan de pago» para que se ponga al día, comentó la vecina.
Al no recibir respuestas, Marisa comentó que se fue «llorando» a hablar con el secretario de Desarrollo Social, Héctor Castillo, para exponerle que «esto es una locura». Castillo le recomendó que vaya de parte de él a hacer el reclamo al Omresp para que la ayuden a solucionar el conflicto.
Al hospital en ambulancia
Cuando Marisa entró a las oficinas del Omresp y se presentó le dijeron: «Nadie me avisó que venías vos».
«Le mostré las boletas y me atendió una señora rubia, bastante mal. Me puse mal, empezamos a discutir y me agarró un patatús. Me desmayé y cuando me desperté estaba en el hospital. Me llevaron en ambulancia», resumió Marisa el díficil momento.
Según pudo recordar la vecina, en el Omresp «me faltaba el aire, me ofrecieron agua cuando vieron que estaba mal, la señora se fue a sentar, se hizo la tonta, y me empezaron a tratar con terrible amor, pero la macana ya estaba. Llamaron a a la ambulancia».
Antes de desmayarse, Marisa tuvo un breve lapsus en el que alcanzó a oír a su alrededor voces desesperadas que exclamaban: «¿íPodés llevarla en el auto!?» «íNo, porque se puede morir y me hacen quilombo a mí!».
El Chubut