La abogada comodorense Sonia Kreischer reforzó la teoría de que el submarino Ara San Juan puede estar frente a las costas de la Península de Valdés, en un área que fue sugerida por la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, en base a testimonios de varios operadores de sonares de la Armada Argentina. Se trata de una de las querellantes -junto a Luis Tagiapietra-, que representa a varias familias de los tripulantes desparecidos en la causa penal que se ventila en al juzgado caletense.
La abogada Sonia Kreischer fue quien reveló hace varios meses a la prensa el testimonio de varios sonaristas que estaban a bordo de la corbeta misilística “Spiro” cuando a los seis días de la desaparición del sumergible captaron golpes que presuntamente se hacían contra un objeto metálico de unos 30 metros de longitud y a unos 400 metros de profundidad pero el comandante de la nave recibió órdenes superiores para retirarse de esa zona.
En otra ocasión, también reveló que en otra audiencia, un suboficial de comunicaciones, Darío Espínola, admitió que había sido presionado por otros superiores por haber anotado en un libro de guardia tres intentos de contacto radiales del submarino a las 14:18 del día de su desaparición, es decir el 15 de noviembre de 2017, resaltó La Vanguardia del Sur.
Estos testimonios le confieren la hipótesis de que el submarino ARA San Juan con sus 44 tripulantes avanzó mucho más allá -con rumbo a Mar del Plata- del sitio donde supuestamente se detectó una explosión marina, frente a las costas de Comodoro Rivadavia.
Kreischer no se explica por qué la Armada y Ocean Infinity no atendieron el pedido de la jueza, a pesar de que no constituye una directiva judicial y diariamente recibe mensajes de los familiares que sospechan que ex profeso no se quiera hallar al sumergible.
Cuestionó severamente la inicial decisión de la empresa internacional Ocean Infinity de suspender la búsqueda y ahora sigue insistiendo en áreas colaterales al punto de la supuesta explosión captadas por hidrófonos de un organismo internacional.
Entendía que si ahora se reanudó la búsqueda es meramente porque no quiere afrontar un incumplimiento contractual y parece hacerlo a modo de cumplir con los 60 días operativos convenidos.
Inspección a otro submarino
La abogada estuvo hace pocos días en Buenos Aires acompañando a la jueza Yáñez y su equipo de trabajo en una inspección ocular que se hizo a submarino ARA Santa Cruz en los astilleros Tandanor donde se encuentra en reparaciones.
Se trata de un gemelo del ARA San Juan y a los representantes de la justicia les interesaba conocer algunos elementos que pudieron ser pasibles de fallas en el submarino desparecido.
A Kreischer le interesó conocer el funcionamiento de una válvula que se denomina Eco 19, ya que se sospecha que pudo haber perdido estanqueidad de acuerdo a un informe que oportunamente habría hecho el comandante Fernández, lo que hizo que se filtrara agua de mar y ésta se llegara hasta el compartimiento de baterías, generándose un cortocircuito, pero todo ello aún es materia de investigación.
“Se maneja de manera manual, es grande y pesada y a mí se me permitió realizar una práctica, llegando a la conclusión que de ninguna manera pudo haber sido humano su manipulación porque los submarinistas son muy meticulosos en todo ya que sus vidas dependen de que todo funcione bien”, describió.
La abogada dio a entender que si hubo una pérdida de estanqueidad ello se debió a la condición del material y de ello tenían que haber tenido conocimiento oficiales superiores, entre ellos el capitán de navío Claudio Villamide que era el jefe de la Fuera de Submarinos con asiento en Mar del Plata, el cual aún no fue citado a comparecer por la jueza Marta Yáñez.
ADN Sur