15 minutos de juego en el Estadio Cam Nou. Barcelona ya marchaba dos goles arriba del Sevilla y manejaba el partido con total tranquilidad. El capitán Lionel Messi había cumplido con su cuota goleadora en apenas un cuarto de partido. De repente, el mundo se frenó.
La «Pulga» intentó quitarle la pelota a su compatriota Franco Vázquez cuando una situación involuntaria encendió todas las alarmas. El «Mudo» cubrió la pelota y Messi apareció de atrás. El ex Belgrano levantó justo su pie cuando el del Barcelona movió su cuerpo.
Eso lo hizo tropezarse. Lionel cayó para adelante e intentó detener la caída con el brazo derecho. El codo pareció ceder luego de golpear con el césped y el argentino incrementó la preocupación con una actitud que casi nunca mostró en su carrera: se quedó tirado en el piso, con claros síntomas de dolor.
Los médicos lo atendieron a toda velocidad y le colocaron un vendaje sobre el codo derecho para intentar que continúe. El dolor fue mayor: Messi ni siquiera pudo intentar regresar al terreno de juego y se marchó directamente al vestuario mientras sostenía su brazo. En su lugar, ingresó Ousmane Dembélé.
Según los primeros informes de los medios catalanes, el futbolista de 31 años ya se encuentra en un hospital de la zona donde le realizarán estudios exhaustivos para certificar cuál es el grado de la lesión.
Cabe destacar que el próximo domingo el Barcelona disputará el clásico español ante el Real Madrid por la Liga.
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