Entre jueves y viernes se desarrolló en Trelew esta propuesta de formación contínua, con la presencia del especialista Mauro Di María.
Supervisores de todas las regiones, de los niveles Primario y Secundario y modalidades, se reunieron en Trelew para participar del encuentro jurisdiccional organizado por el Ministerio de Educación que promueve repensar la actividad cotidiana en el desempeño del rol clave que cumplen dentro del sistema educativo.
La actividad estuvo coordinada por el especialista Mauro Di María, quien guió el diálogo, promovió el debate y propició la autoevaluación de cada uno de los actores que participaron activamente de esta propuesta que continuará el próximo año con el programa de formación «Hacer escuela», de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
Además de supervisoras de las seis regiones educativas, estuvieron presentes la subsecretaria de Educación, Alejandra Von Poeppel; la directora general de Nivel Secundario, Cintia Vizcay; la directora de Nivel Primario, Patricia Franco y la directora de Educación Especial, Diana Brunt.
«Estos encuentros, como el de Silvina Gvirtz son muy interesantes porque propician reflexionar sobre el rol supervisivo y su implicancia en los distintos contextos. Estamos poniendo en tema la capacitación que empieza el próximo año para supervisores en el marco del programa de la OEI y agradecemos a todos los supervisores su buena predisposición para participar de esta propuesta», dijo Vizcay.
Formación contínua
La jornada es la continuación del ciclo iniciado el mes último con la conferencia brindada por Silvina Gvirtz, entendiendo que la formación continua de los profesionales de la educación es uno de los principales desafíos ya que su mejora implica la mejora de la calidad del sistema educativo.
¿Qué características indentificarían a una buena región educativa?, preguntó Di María al auditorio para disparar la participación. Entre todos, hubo consenso en que una buena región es aquella en donde se valoran los proyectos de enseñanza innovadores, donde los equipos directivos lideran los procesos de mejora, donde las instituciones trabajan en red y mantienen una comunicación fluida entre sí y con la Supervisión y, por sobre todo, aquellas en donde los alumnos son los protagonistas.
«No todo necesita ser transformado y mejorado, ¿saben por qué? porque las escuelas están llenas de buenas prácticas; hay que mejorar, sí, pero aquellas que tienen que mejorar no significa que deben refundarse o transformarse por completo. El primer paso de la escuela es identificar cuáles son esas buenas prácticas, y eso es lo realmente difìcil. Hay que poner en valor las buenas experiencias pedagógicas-didácticas que hacen que los chicos aprendan más y mejor», dijo Di María.
Los equipos directivos, señaló el especialista, deben liderar procesos de mejora. «No solo tienen que garantizar que la escuela se abra y se cierre, son directivos que todo el tiempo tienen que estar pensando cómo su escuela puede estar un poquito mejor. Los equipos deben estar todo el tiempo haciendo foco en cómo aprenden los chicos, tratando de generar buenas condiciones para el trabajo docente, brindándoles asesoramiento. Hay que pensar cómo volvemos todo el tiempo a poner a la enseñanza y el aprendizaje en el centro de la escena, sobre todo porque cuando accedemos a lugares de autoridades o con cierta jerarquía las cuestiones administrativas nos tapan y por nuestro rol, no podemos darnos el lujo de claudicar», dijo.
A los supervisores, les sugirió que promuevan el contacto y la comunicación con las escuelas para que ellas no solo busquen su asistencia cuando ocurre algo extraordinario. «El supervisor puede involucrarse en lo cotidiano de la escuela y es notable cuando eso sucede, cuando hay estrecho vínculo entre las partes», destacó.
«Los supervisores son representantes de la política educativa del territorio por eso cuando entran a una escuela su función es hacer todo lo posible para que esa política se reconstruya. Por ese motivo es tan difícil ser supervisor, porque se trabaja entre dos tensiones, la macro política y las necesidades de la escuela pero el supervisor tiene que entender que es representante de una política que va cambiando todo el tiempo», señaló y subrayó que «no puedo imaginarme un sistema educativo sin el rol del supervisor; su figura es clave y muy valiosa».