Japón está evaluando retirarse de la Comisión Ballenera Internacional (IWC) para retomar la caza de cetáceos con fines comerciales, informó la agencia ANSA según fuentes gubernamentales en Tokio.
Los funcionarios explicaron que sin embargo, en caso de concretarse la medida, las naves japonesas difícilmente llegarían a la Antártida y se concentrarían en torno a las aguas de Japón y su zona económica exclusiva.
Tras décadas de enfrentamientos dentro de la comisión, la decisión final sería anunciada antes de fin de año.
Durante la reunión internacional del ente en Brasil en septiembre, Tokio amenazó con reconsiderar su adhesión a la IWC debido al voto contrario de la mayoría de los países miembro a autorizar la caza «sostenible» de ballenas.
Un pedido análogo de Japón para reanudar la pesca ya había sido rechazado en 2014.
Japón adhirió a la IWC en 1951, tres años después de su establecimiento, y tuvo que interrumpir la caza de cetáceos con fines comerciales en 1982, pero sus embarcaciones siguieron cazando ballenas desde 1987 en adelante por cuestiones que el gobierno define como «de investigación científica».
Según expertos, tras las motivaciones de las autoridades japonesas se oculta la voluntad de dar apoyo a la industria de una carne que todavía se considera una fuente alternativa y barata de proteínas.
Infobae