Casi una semana después de su fallecimiento, finalmente el viernes por la noche llegó a San Vicente el cuerpo de Jorge Feliciano Olivera (22), el joven misionero asesinado en Chubut. El joven fue velado en una iglesia evangélica ubicada en el kilómetro 1268 de la ex ruta nacional 14 y sepultado a primera hora del sábado.
El entierro del muchacho en su tierra natal era el deseo de todos y afortunadamente se pudo cumplir, a pesar de las complicaciones económicas que surgieron en un primer momento. Por fortuna, un día después del fallecimiento una ambulancia del Hospital Madariaga con apoyo económico de la Municipalidad de San Vicente partió desde Posadas para traer el cuerpo.
Olivera se crió en Picada Maderil y hace aproximadamente dos años se encontraba residiendo en Comodoro Rivadavia, donde se ganaba la vida como mecánico.
“Ahora queremos Justicia, no queremos que esto quede así, la familia Nieves ya asesinó a muchos inocentes, lo peor ya pasó, lo que más queríamos se fue”, sostuvo Ismael Olivera en diálogo con Acá te lo Contamos por RadioActiva.
“Busqué en google los antecedentes de esta familia, aparecen como el terror de Comodoro, los vecinos lo saben, hacen un desastre en la ciudad, queman casas, asesinan”, expuso.
Y remarcó: “No quiero volver a Comodoro, lo que hicieron con mi hermano van a querer hacer conmigo, soy un testigo van a querer liquidarme para que no pueda contar lo que pasó”. “No recibí amenazas pero esta gente no le tiene lástima a nadie”, añadió.
“La estamos pasando mal, los últimos tres meses yo pude estar con mi hermano pero mi familia no lo veía hace dos años y lo trajeron en un cajón cerrado, nunca más lo verán, es muy doloroso”, lamentó.
El Territorio