Argentina está conmocionada por la historia de Paola Córdoba, una mujer de 38 años que llegó un día a casa y encontró a su marido abusando de su hija de 18 años. Al descubrir la escena, se fue a la cocina y cogió un cuchillo para matar a su marido. Le dio 185 puñaladas. Alberto Elvio Nairetti aprovechó la ausencia de su mujer para intentar violar a su hija, dándole golpes para conseguirlo.
Fue una llamada a los servicios de emergencias la que alertó de que había un herido por arma blanca. Cuando la Policía llegó, la mujer confesó el crimen. El hombre, de 46 años, estaba ya muerto, como consecuencia de las heridas que presentaba en pecho, espalda y abdomen. Los forenses contaron 185 puñaladas.
La investigación aún está abierta, pues no se descarta que la hija participara también en el asesinato. Los agentes incautaron dos cuchillos de cocina que estaban manchados de sangre como pruebas para la investigación.
Según varios medios, había habido episodios de violencia en la pareja que habían derivado en varias denuncias en la Comisaría de la Mujer y la Familia de Malvinas Argentinas por «violencia familiar». Además, Nairetti contaba con varios antecedentes policiales.