Los sueldos aumentaron un 10% entre enero y marzo, frente a una inflación del 11,8% en ese mismo período.
Los salarios perdieron 1,6% frente a la inflación en el primer trimestre de 2019, luego de conocerse que las remuneraciones aumentaron un 10% en ese lapso, mientras que el IPC anotó un alza del 11,8% entre enero y marzo, según el informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
«El rebrote inflacionario de principios de 2019 implicó la continuidad de la caída del salario real», dijeron Nadin Argañaraz y Bruno Panighel, economistas del IARAF.
Por su parte, el Índice de Salarios aumentó 4% en marzo y en los últimos doce meses registró un incremento de 37,3%, agregó el organismo oficial.
Perspectivas
En las últimas dos semanas de mayo se firmaron cinco grandes paritarias. Los Docentes Universitarios arreglaron 16% más la inflación resultante a partir de sep-19, OUM, gastronómicos y UPCN cerraron en 28%, y Comercio (la más grande del país) en 30%. Para junio de 2019 se reabrirán otras paritarias muy importantes como son Sanidad, Construcción y Camioneros.
«A la hora de comparar el salario en términos reales (descontando el efecto de la inflación) se observa a algunos sectores por encima de la inflación en los primeros meses del año 2019, producto de las cláusulas gatillo y de revisión para recomponer el salario por la pérdida de 2018», dijeron los economistas del IARAF.
La inflación de febrero y marzo licuó los aumentos y las recomposiciones, por lo que el salario promedio siguió cayendo y los sueldos volvieron a quedar desactualizados, agregaron.
Un posible sendero de desaceleración inflacionaria (cerrando 2019 en torno al 40%-42%) permitiría, al menos, frenar la perdida de salario real para el año 2019. Para mar-20 (fecha donde se reabren las paritarias), cuatro de los cinco acuerdos firmados se posicionarían por encima de la inflación, ganando entre 1% y 3% de poder adquisitivo.
Una inquietud relevante
La posibilidad de que el salario real deje de caer o empiece a subir es claramente positivo para el consumo y para recuperar la actividad económica. Pero debe tenerse en cuenta que una suba real del salario, vista desde el lado de los costos, puede tornarse en una situación realmente peligrosa para cierto tamaño de empresas. Un aumento real de costos y por ende una mayor caída de rentabilidad, puede poner en riesgo muchos puestos de trabajo, advirtieron desde el IARAF.
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