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Durante la tradicional conferencia de prensa de las Reuniones de Primavera del FMI, la directora gerente evaluó la marcha del programa económico de la Argentina.

Horas antes de la reunión que protagonizará Luis Caputo con el staff del Fondo Monetario Internacional, su directora gerente Kristalina Georgieva evaluó el programa de ajuste de la Argentina durante la tradicional conferencia de prensa que ofrece en las Sesiones de Primavera del FMI.

“Mire a la Argentina, un país que ha sido durante mucho tiempo percibido como un rezagado desde el punto de vista de las reformas, ahora se está moviendo muy rápidamente hacia el endurecimiento del gasto fiscal, conseguir la capacidad de la inversión privada para encontrar un mejor rendimiento”, dijo.

“La inflación en Argentina está bajando un poco más rápido de lo que esperábamos inicialmente”, consideró Georgieva -según publica Infobae-.

La evaluación pública de la directora gerente contrasta con las últimas declaraciones de su Staff en Buenos Aires, adonde se cuestionó la calidad del ajuste económico diseñado por Luis Caputo. Las declaraciones que hizo hoy Georgieva permiten vislumbrar un camino de negociación hacia un nuevo programa con el FMI.

Durante esta mañana en DC, el titular del Palacio de Hacienda, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, serán recibidos por Gita Gopinath, subdirectora del FMI. Caputo llegará al despacho de Gopinath con las metas cumplidas para este trimestre y con la certeza de un nuevo desembolso que hará el Board antes que concluya mayo.

Los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,4 veces desde que salieron del campo hasta que llegaron a la góndola en marzo, según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Es decir, los consumidores pagaron $3,4 por cada $1 que recibieron los productores de los 24 productos agropecuarios que componen la canasta IPOD, explicó hoy la entidad en un comunicado.

En promedio, la participación del productor en el precio final de venta subió a 31,3% en marzo.

Los productores de lechuga tuvieron la mayor participación, aportando el 76,6% sobre el precio de venta final. En el otro extremo, encontramos a los productores de zapallito, quienes solo participaron con el 3,9% del precio de góndola.

La brecha en los productos frutihortícolas y en los ganaderos

IPOD frutihortícola: del campo a la góndola, los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta IPOD se multiplicaron por 4,6 veces en marzo, lo que representa una disminución del 6,5% con respecto a febrero.

IPOD ganadero: por los 5 productos y subproductos ganaderos que componen la canasta IPOD, el consumidor abonó 3,1 veces más de lo que recibió el productor, un 6,9% más que el mes pasado.

Cabe destacar que según el Índice de Ventas Minoristas de CAME, las ventas del rubro alimentos y bebidas acumulan una caída de 28,7% en los primeros tres meses del año frente al mismo período de 2023, reflejo de la disminución del poder adquisitivo y la falta de convalidación de precios por parte del consumidor. Es decir, la baja se explica por una detracción de la demanda.

Además, durante el primer trimestre del año todos los eslabones de las distintas cadenas de valor han visto afectada su rentabilidad por los fuertes incrementos de costos, no sólo debido a la devaluación, sino también a los aumentos del transporte, logística, electricidad, gas, patentes, impuesto inmobiliario, arrendamientos, combustibles, fertilizantes y repuestos de maquinarias, por citar algunos.

Cuáles son los productos con mayores brechas de precios

El zapallito (25,5 veces), el ajo (19,3), el limón (10,5), la mandarina (9,1) y la pera (5,8), fueron los cinco productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y destino.

El zapallito, al igual que el limón, registró una suba en la oferta ocasionada por la baja demanda. Mientras que los precios del primero cayeron 70,7% al productor y aumentaron 21% en góndola, el cítrico ácido presentó una disminución del 11,2% en origen y 5,4% en destino.

El ajo y la mandarina, por su parte, tuvieron el mismo comportamiento: sus precios cayeron al productor (45,5% y 37,3%, respectivamente), pero se observaron incrementos al nivel del consumidor (33,3% y 20%, respectivamente). En el caso particular del ajo, se registró una caída de precios y de exportaciones hacia Brasil -que está comprándole a China-, lo que provocó una sobreoferta.

Por último, se encuentra la pera, producto que bajó en góndola un 4,9% y subió 3,1% en origen.

Cuáles son los productos con menores brechas de precios

Entre los productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor se encuentran cuatro frutihortícolas y uno de origen animal.

La lechuga (1,3 veces) fue el producto con menor brecha campo-góndola del mes, aumentando sus precios en ambos extremos de la cadena: 407,8% en origen y 44,3% en destino.

La situación es producto de las inclemencias climáticas. En el cinturón hortícola de Santa Fe y Buenos Aires, por ejemplo, no sólo la temperatura aumentó considerablemente en febrero y quemó casi toda la producción, sino también los productores sufrieron -en las últimas semanas- los embates de fuertes lluvias e inundaciones que destruyeron gran parte de los invernaderos, provocando una disminución en la oferta.

Por su parte, la frutilla (1,5) también se incrementó al productor (38,9%) y al consumidor (9,9%). Lo mismo sucedió con el huevo (1,8), producto de origen animal que por lo general tiene un sistema de producción integrado -todos los actores de la cadena de valor son parte del riesgo del negocio- y registró un aumento del 18,5% en la tranquera del campo y 18,8% en góndola.

Por último, el repollo y la cebolla presentaron una brecha de 1,9 veces. Sus precios se incrementaron tanto al productor (68,3% y 54,8%, respectivamente) como al consumidor (33,1% y 21,9%, respectivamente).

El país registró la inflación más alta del mundo, según cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la inflación de marzo en Argentina fue del 11% y ya lleva acumulado el 51,6% en lo que va del año.

A pesar de este número, el país volvió a superar al Líbano y a Venezuela y registró la inflación más alta del mundo en términos anuales, con una brecha ascendente respecto de sus perseguidos inmediatos.

Si bien los analistas tienen buenos pronósticos para el próximo año, el país no cede su lugar en el podio global, como tampoco lo hace en el ranking regional, donde el resto de los países tienen una inflación anual de un dígito, salvo Venezuela.

Los economistas críticos del Gobierno de Javier Milei enfatizan que la caída de los precios se basa casi exclusivamente en la fuerte recesión registrada el primer bimestre, que se reflejó con nitidez en una caída de los ingresos tanto salariales como en las jubilaciones.

Por su parte, los analistas consultados por el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) pronostican que la inflación de un dígito mensual llegará en el mes de mayo y que a fin de año podría ascender al 189%. Incluso, para el año próximo, los pronósticos son aún mejor, ya que el promedio es del 60%, aunque los bancos Morgan Stanley y JP Morgan calcularon entre 30% y 40%, respectivamente.

Según la medición de marzo del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), Venezuela -que sufrió una hiperinflación durante tres años- ya transita una suba anual de los precios del 89%, mientras que para el Banco Central es del 67%. De esta manera, Argentina y El Líbano son los únicos dos países en el mundo con una tasa de inflación de tres dígitos.

Por otra parte, entre los países más desarrollados, Estados Unidos registró una suba de los precios del 3,2% anual durante el mes pasado, mientras que Alemania quedó en 2,2% y Francia en 2,3%.

La inflación de los países en América Latina

En América Latina, detrás de la Argentina y Venezuela, aparece el resto con un dígito anual de inflación. Colombia se ubica en el tercer puesto con el 7,3% anual (0,7% el mes pasado), le sigue México con 4,4% (0,2% mensual), Brasil con 3,9% (0,1%), Chile 3,7% (0,1%), Uruguay 3,8% (0%), Paraguay 3,6% (1,1%), Bolivia 3,1% (0,5%), Perú 3% (1%) y Ecuador 1,6% (0,2%).

El Fondo Monetario Internacional (FMI) dará a conocer sus pronósticos globales de crecimiento económico e inflación la semana próxima en conjunto con el Banco Mundial. Se prevé que la Argentina registrará el peor resultado al combinar ambos indicadores entre los países del G20 y de la OCDE.

La inflación mostró en marzo el tercer mes consecutivo de desaceleración, al marcar 11%, y tanto el Gobierno como los analistas privados se ilusionan con la posibilidad de mostrar cifras de un dígito a mediados de año. Entre las consultoras, algunas creen que el 10% mensual se perforará en mayo y otros que ubican ese hito en junio o julio.

Sin embargo, la perspectiva es la misma. Aseguran que el ajuste fiscal combinado con la devaluación por goteo al 2% mensual en un contexto de recomposición de reservas y pocos pesos en la calle ayudarán a consolidar el sendero descendente de los precios.

Desde Criteria pronosticaron una inflación en torno al 5% para mitad de año. Proyectan que esa baja estará acompañada por una recuperación del crédito al sector privado -especialmente a empresas- en el segundo semestre. Nicolás Max, director Asset Management de la compañía, resaltó que las colocaciones de letras capitalizables que hizo el Gobierno en las últimas semanas van en esa línea, con tasas en pesos en torno al 5% mensual que incluso bajan cuando los bonos llegan al mercado secundario.

“Aunque se tienen que cumplir determinadas cuestiones, creemos que la inflación va a estar en un dígito a partir de mayo”, coincidió María Castiglioni, socia de C&T asesores económicos. Los relevamientos de esa consultora indican que la inflación núcleo (que no contiene los precios regulados ni estacionales) y los precios de alimentos y bebidas están bajando. “Ya en estos primeros días de abril nos da que el rubro alimentos bajó 0,8%”, indicó.

A eso, la economista sumó que los ajustes de tarifas ya no tendrán tanto impacto en mayo, ni tampoco habrá componentes estacionales como el cambio de temporada de indumentaria o el aumento del consumo turístico.

“Creemos que en mayo, la inflación ya va a estar en un dígito y con bastante margen, no en 9,9%. De ahí en más, si se mantiene el equilibrio fiscal y el ritmo de devaluación, con una brecha tranquila, todo indica que la inflación continuará en un dígito e irá consolidando la desaceleración mes a mes. La gran pregunta es a qué velocidad va a ser esa desaceleración”, sostuvo Castiglioni.

Con el ojo puesto en la inflación núcleo

El Banco Central remarcó recientemente que en los próximos meses el Gobierno pondrá más atención en la evolución de la inflación núcleo (también llamada core, en inglés). La medición de ese indicador que realiza la consultora de Orlando Ferreres (OJF) ya había mostrado un dígito en marzo, cuando llegó a 9,2%. El dato del INDEC publicado el viernes, en tanto, fue de 9,4% y perforó el 10% por primera vez desde octubre del año pasado.

“Para la primera semana de abril medimos una inflación núcleo semanal de las más bajas desde fines de 2020 para una primera semana de mes”, comentó Nicolás Alonzo, economista de OJF. Y completó: “En términos generales, abril va a ser muy difícil porque hay que imputar el aumento del gas, que va a golpear bastante al número. Pero, sin grandes cambios de precios regulados hacia adelante, puede darse una inflación de un dígito a mitad de año. Lógicamente, asumiendo que el esquema actual macro se sostiene”.

A su turno, Matías De Luca, economista de Empiria, también proyectó que la inflación del mes que viene será de un dígito. Ese pronóstico se anticipó unos meses respecto de las estimaciones al inicio de la gestión de Javier Milei. Al respecto, De Luca mencionó varios factores que justifican la baja más rápida de la inflación. Entre ellos, destacó que el Gobierno logró mantener el ritmo de devaluación al 2% mensual por más tiempo del que el mercado esperaba; la baja del dólar financiero y la estabilidad de la brecha; la reducción abupta del excedente de dinero; y la recesión.

Finalmente, Matías Carugati, COO de Alphacast, apuntó que abril seguirá en dos dígitos y consideró que, si mayo no trae muchos aumentos en precio regulados y la dinámica de la inflación núcleo sigue como hasta ahora, el nivel general podría llegar a un dígito a mitad de año. “De todos modos hay que ser cauteloso, porque hay que considerar cómo se mueven los regulados y si llega a haber algún movimiento fuerte del tipo de cambio”, cerró.

El ministro de Economía, Luis Caputo, analizó el 11% de inflación de marzo que dio a conocer el INDEC y valoró el “sendero de desaceleración que se viene verificando desde diciembre”. A través de su cuenta en la red social X, el titular del Palacio de Hacienda destacó que “la inflación núcleo, que excluye los componentes regulados y estacionales del índice, fue de 9,4%, ubicándose en un dígito mensual por primera vez desde octubre del año pasado”.

Además, Caputo remarcó que el nivel general de precios continúa ubicándose por debajo de las estimaciones de los analistas del mercado que informan al BCRA en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), “reflejando una sobreestimación de la inflación proyectada de 27 puntos porcentuales versus la inflación real acumulada para el periodo diciembre/marzo”.

Según el análisis del ministro, la fuerte desaceleración en la inflación es consecuencia del programa económico implementado por el Gobierno. Allí, hizo hincapié en que las claves son el equilibrio fiscal y la recomposición del balance del BCRA. Y puntualizó que “la combinación de ancla fiscal, monetaria y cambiaria, y las medidas que se vienen implementando para desburocratizar el comercio interior y normalizar el comercio exterior, son fundamentales para sostener este sendero de desinflación”.

En este sentido, respecto de lo que podría ser el índice de abril, Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso indicó que el índice de precios minoristas creció un 10,2% mensual. Si se cumple el pronóstico, el índice de precios se seguiría desacelerando.

En la misma línea, el recién incorporado al oficialismo, José Luis Espert, aseguró que la inflación se acerca a un dígito y respaldó al ministro de Economía. “El 11% de inflación de marzo indica que nos acercamos al dígito mensual. Extraordinaria tarea técnica de Luis Caputo y enorme claridad y coraje político del Presidente Milei”, escribió el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda en su cuenta de X.

El legislador porteño libertario Ramiro Marra compartió el mensaje de Caputo y destacó que “vamos por buen camino”. “Desde que asumimos como gobierno, la inflación ya lleva cuatro meses consecutivos a la baja. Falta, pero vamos por buen camino”, sostuvo.

En tanto, el legislador mendocino Álvaro Martínez compartió la visión optimista de la gestión. “La inflación se ha desacelerado de forma consecutiva durante los meses de enero, febrero, marzo. El 11% de inflación del último mes es un número alto aún, pero todo indica que vamos en el camino correcto. El sacrificio SIEMPRE tiene recompensa”, aseguró desde sus redes sociales.

La inflación de alimentos alcanzó el 10,5% en marzo y acumuló una suba de 308,3% los últimos doce meses, según informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). De esta manera, se ubicó medio punto debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que fue del 11% en el tercer mes del año.

El alza en los precios de los alimentos es la que más afecta a los sectores más postergados, que destinan la mayor parte de su ingreso a cubrir la canasta básica. Según el informe difundido por el organismo estadístico, los mayores incrementos se observaron en Carnes y derivados; Leche; productos lácteos y huevos; Verduras, tubérculos y legumbres; y Pan y cereales.

De acuerdo con los datos relevados por el INDEC, en la comparación mensual, los productos que más subieron de precio en marzo fueron la lechuga, con un 66,7% de aumento, seguido por el tomate (56,3%) y la cebolla (24,3%).

Otro de los alimentos que más subió en marzo fueron los huevos de gallina (20,8%) y el queso sardo (20,4%). Además, la leche fresca en sachet aumentó un 18,8%; el dulce de leche subió 17,9%; el queso pategrás un 17,7%; las salchichas tipo viena un 15,9%; y la manteca un 15,3%.

En el otro extremo, los productos que más bajaron de precio fueron frutas: el limón (-6,8%), la banana (-5,6) y la manzana deliciosa (-2,3%).

Cómo evolucionó el rubro alimentos desde que asumió Milei

Desde que asumió el Presidente Javier Milei, los alimentos subieron de manera exponencial entre diciembre y marzo. Sin embargo, el dato es que en cada uno de los meses que le siguieron al último de 2023, se registró una desaceleración de los aumentos.

Diciembre fue el pico de aumentos con 29,7%, pero luego bajó a 20,4% en enero. La baja continuó en febrero con un marcado descenso a 11,9%, para luego registrar una leve variación en marzo hasta bajar a un 10,5%.

El otro dato a destacar es que con excepción de diciembre, en el resto de los meses los alimentos subieron por debajo del nivel general de precios.

Los datos que manejan en el ministerio de Economía es que la inflación general continuará en caída, por lo que esperan que a partir de mayo incluso pueda haber un número de un dígito.

Desde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informaron este viernes que la inflación fue del 11% en marzo, y es el tercer mes que sostiene una desaceleración.

Por otra parte, acumuló el 51,6% en lo que va del año. Mientras que, en la comparación interanual, el incremento alcanzó el 287,9%,

División con mayor aumento

Según el Índice de Precios del Consumidor (IPC), la división con mayor alza mensual en marzo de 2024 fue Educación (52,7%), por los incrementos de las cuotas en los distintos niveles educativos al inicio del ciclo lectivo.

Luego se ubicó Comunicación (15,9%), por las subas en servicios de telefonía e internet, y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (13,3%), por alzas en el servicio de electricidad.

Alimentos y bebidas 

En tanto, la suba de Alimentos y bebidas explicó más de 3 puntos porcentuales del alza mensual en cada una de las regiones del país.

Al interior de la división se destacan las subas de Carnes y derivados, Leche, productos lácteos y huevos, Verduras, tubérculos y legumbres y Pan y cereales.

En marzo del 2024, Gran Buenos Aires fue la región de mayor suba mensual (11,5%); y Noroeste, la de menor (8,8%). En el caso de la región patagónica, se ubicó en 10,5%, siendo la tercera más alta.

Este viernes 12 de abril se dará a conocer el número de la inflación de marzo. Aunque el Gobierno espera que la inflación de marzo se posicione en torno al 10%, las consultoras midieron números superiores.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicará el dato de inflación de marzo, el cual se espera que continúe con el camino descendente respecto al pico del 25,5% de diciembre pasado. Pese a las esperanzas del presidente Javier Milei, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aún se mantendrá en dos dígitos y las principales consultoras pronostican entre un 12,5% y un 13%, así lo indicó El Cronista.

Si bien marzo suele tratarse de un mes de alta estacionalidad que influye sobre la inflación, especialmente por el inicio de las clases, se espera que el índice nacional del mes pasado igualmente quede por debajo del 13,2% de febrero.

Esto se alinea a la desaceleración inflacionaria que la Argentina vive tras el pico del 25,5% de diciembre, mes en el que la asunción de Milei y la posterior devaluación del peso dispararon los precios.

Según la consultora LCG, durante las primeras dos semana del corriente mes, el rubro Alimentos y Bebidas aumentó un 0,6%. En general, «la inflación mensual promedio y la medida entre puntos cayeron por quinta semana consecutiva», señalan en su último informe.

Sin embargo, pese al camino a la baja que sigue el IPC, este se mantiene en niveles extremadamente altos que a diario dañan el poder adquisitivo de la población, con una caída real de los ingresos de un 23,9% desde la llegada de Milei al poder que tracciona de forma directa la recesión.

La Argentina volvió a registrar en marzo la inflación más alta de América latina, al triplicar en términos anuales y cuadruplicar en términos mensuales la suba de precios registrada en Venezuela.

El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), el think tank que difunde cifras creíbles del país gobernado por Nicolás Maduro, precisó que “en marzo, la tasa de inflación se situó en 3,9%, mayor que la del mes pasado cuando los precios cayeron en promedio 0,5%”.

Además, afirmó que “las tasas de inflación acumulada y anualizada se ubicaron en 7,8% y 89%, respectivamente”. Por su parte, el Banco Central venezolano informó una suba de los precios del 1,2% el mes pasado, 4,1% el primer trimestre y 67,7% el último año.

En el caso de la Argentina, las estadísticas de las consultoras privadas se situaron entre el 11 y el 13 por ciento para el mes pasado y en torno del 285 y el 300 por ciento para los últimos 12 meses, según la metodología utilizada.

Mañana se conocerá el índice de precios de la Ciudad de Buenos Aires y el viernes el del Indec a nivel nacional. El ministro Luis Caputo afirmó que la inflación “ya corre a un dígito”, ya que el Gobierno analiza la suba de los precios sin los ajustes estacionales.

En cuanto a Venezuela, se precisó que “en Caracas la tasa de inflación fue 2,2%” y se indicó que “desde el punto de vista de los componentes del índice de precios, los alimentos aumentaron 4,8%, el transporte 4,6%, las comunicaciones 4,2% y el rubro equipamiento del hogar 4%”.

De este modo, “el alza de los precios de los alimentos explica el 18% del aumento general de los precios”.

“Esta aceleración de la inflación ocurrió en un contexto donde la liquidez monetaria se expandió 18,2% en el mes y 215% en términos anualizados y no obstante la estabilidad que mostró el tipo de cambio el cual aumentó 0,36% en marzo y 29% con relación a marzo de 2023″, indicó el OVF.

“Claramente la política cambiaria, con particular énfasis en 2024, tiene como objetivo estabilizar al tipo de cambio y se ha logrado hacerlo. Sin embargo, hay que tomar en consideración que tal política encara riesgos muy importantes cuando la inflación local no disminuye rápida y significativamente”, advirtió el informe.

Así, “al tomar en cuenta el tipo de cambio real, es decir, el tipo de cambio nominal ajustado por los diferenciales de inflación doméstica e internacional se aprecia el problema”.

De este modo, “mientras que en marzo la tasa de inflación internacional anualizada se ubicó en el entorno de 3,5%, los precios en Venezuela subieron 89%”.

“Ello quiere decir que los bienes producidos localmente son más caros respecto a los importados, situación que le resta capacidad competitiva a la economía, al tiempo que comprime la demanda agregada y el crecimiento económico”, explicó el Observatorio.

“Tarde o temprano el atraso del tipo de cambio se tendrá que corregir como siempre ha sucedido en Venezuela y en todas las economías cuando la tasa de cambio no es sostenible”, advirtió, en una referencia que también muchos analistas efectuaron sobre la Argentina.

Esto se debe a que el tipo de cambio oficial se desliza al 2% mensual mientras que la inflación sube dos dígitos por mes y recorta la competitividad ganada con la devaluación de diciembre pasado.

Los precios en la Argentina

En cambio, las consultoras marcaron un promedio del 13% para el mes pasado. En particular, el relevamiento de precios minoristas de C&T “para la región GBA presentó un alza mensual de 12,7%, menor que el 16,3% de febrero y el 15% que el INDEC había difundido para la región. La variación de doce meses se ubicó en 295,3%”.

“La inflación núcleo fue más baja que la total, 10,9%, por la fuerte presencia de aumentos estacionales y regulados”, precisó el informe de la consultora que dirigen María Castiglioni y Camilo Tiscornia.

“A lo largo del mes los aumentos de precios fueron perdiendo impulso, bajando la inflación total de la cuarta semana del mes a 10,7% y la núcleo a 8,8%”, destacó.

En particular, informaron que “Educación fue el rubro de mayor incremento por el alza de los colegios ante el comienzo de los clases, un comportamiento estacional habitual; le siguió vivienda, influido por el incremento de la electricidad que arrancó a mediados de febrero y que, por ende, también impactó en marzo”.

Por su parte, “Salud se movió en forma similar, principalmente por un nuevo ajuste en las prepagas. Los medicamentos replicaron el comportamiento de febrero. Y el rubro de Bienes y servicios varios estuvo movido por el mayor precio de los cigarrillos. En artículos de tocador y belleza se vio una moderación respecto de febrero”.

En tanto, “Alimentos y bebidas aumentó 10,8%, algo menos que en febrero, con marcadas moderaciones en la gran mayoría de los componentes. Mucho del comportamiento del rubro se vio influido por una fuerte alza de las verduras”.

“En transporte y comunicaciones hubo un importante freno porque no volvió a tener lugar un incremento del transporte público como el que se había registrado en febrero”, detalló.

Por su parte, Econométrica indicó que la inflación del mes pasado fue del 11,5% y la de los alimentos del 9,6%.

Además, estimó que llegará al 168% para este año, frente al promedio del 210% calculado por la mayoría de las consultoras consultadas por el Banco Central en el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM).

En cambio, la Encuesta del Mercado publicada por el OVF marca un 62% en Venezuela para diciembre próximo.

Para ECO GO, la inflación del mes pasado fue del 13,1%, del 54,4% en el primer trimestre y del 303,6% el último año. Los rubros que más subieron en los últimos 12 meses, según el estudio que dirige Marina Dal Poggetto, fueron alimentos con 342%, Salud 334% y Educación 321%.

Según Econviews, la suba de los alimentos de la primera semana de abril fue del 0,8% y la inflación terminaría en el 10% mensual y 297% anual.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer el próximo viernes 12 de abril el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo, que según el Gobierno evidenció una nueva baja y alcanzó el 10 por ciento, mientras que las consultoras lo ubican unas décimas por encima de esa previsión, pero por debajo del 13,2 por ciento de febrero.

El ritmo inflacionario parece estar mermando en las últimas semanas y así se reflejaría en el índice del tercer mes del año, que al igual que en febrero representaría una baja respecto a la medición previa, de acuerdo a las estimaciones privadas y a la expectativa gubernamental.

El ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó recientemente que «la inflación de marzo va a estar en torno al 10%», asegurando que están «significativamente mejor de lo que todos pronosticaban» y proyectó que en abril seguirá esta tendencia, con un IPC que se ubicará en un dígito.

Las previsiones privadas, en tanto, coinciden con la desaceleración, pero marcan que fue un menor ritmo que lo que observó el Ejecutivo. En ese sentido, la consultora Orlando J. Ferreres & Asociados (OJF) estimó que en marzo el costo de vida fue del 12,2% mensual, es decir un punto menos que en febrero, y registró un crecimiento interanual de 288,3%.

Asimismo, aportaron que la inflación núcleo avanzó a un ritmo mensual de 9,2%, marcando un aumento de 299,2% anual. Mientras que revelaron que la inflación general acumulada fue de 51,6%, y la inflación núcleo acumuló 47,0% en marzo.

En cuanto a los principales rubros que encabezaron las subas del mes, aparecen Educación y Vivienda con alzas mensuales de 37,5% y 20,6% respectivamente, seguidos por Indumentaria y Salud, que presentaron una variación de 16,8% y 15,1% respectivamente.

La consultora Eco Go, que dirige Marina Dal Poggetto, por su parte, ubica a la inflación de marzo en un 13,1% mensual, lo que representa apenas una décima por debajo del resultado de febrero.