Si este hombre se para y mira hasta donde cayó por el barranco, seguro le da un infarto”, graficó este miércoles el jefe del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios de El Bolsón, Jano Namor, acerca de la suerte corrida por el chofer de un camión de casi 40 toneladas que se precipitó en la tarde del martes unos 150 metros desde un camino de cornisa que lleva a la central hidroeléctrica de Río Escondido, arrastrando a su paso árboles y rocas, hasta terminar tumbado a pocos metros del curso hídrico.
El pesado rodado, perteneciente a la firma Pezzutti, transportaba una nueva turbina para el complejo de energía y al parecer el conductor mordió la banquina unos 300 metros antes de llegar y terminó cayendo sin tiempo para saltar, por lo que quedó atrapado dentro de la cabina.
Los primeros auxilios llegaron desde la misma empresa Hidden Lake, cuyo personal estaba esperando el equipamiento, aunque debieron dar un rodeo de medio kilómetro para alcanzar al vehículo accidentado. En tanto, se convocó al lugar a los equipos de seguridad con sede en El Bolsón, distante unos 50 km.
Namor agregó que “el rescate debió hacerse desde el otro lado del río, en razón de lo escarpado del lugar y la imposibilidad de descender semejante ladera”.
A su lado, Enzo Navarro, al frente del operativo, precisó que “como es habitual en este tipo de accidentes, llevamos tijeras de corte y las herramientas indispensables para socorrer a las víctimas. Se trataba de un escenario prácticamente inaccesible por vía terrestre, nos estaban esperando con gomones y duckys y hubo que descender varios metros por el río para llegar al lugar donde estaba el camión”.
“Allí nos encontramos con que la primera respuesta la estaba brindando la gente de Lago Escondido y del hospital de El Bolsón, tratando de abrir la cabina con expansores hidráulicos para retirar al chofer, que estaba atrapado y tenía la mitad del cuerpo cubierto con barro, producto de la caída, aunque estaba consciente y nos hablaba”.
“Trabajamos allí unos 40 minutos más y mientras nosotros operábamos con los expansores, el médico y los enfermeros le daban oxígeno y hacían maniobras de rehabilitación para que no se descompense. Al fin logramos hacer un poco de espacio, cortando el asiento mientras una de nuestras compañeras tuvo la paciencia de hacer un agujero en la goma espuma para poder liberar el tórax del paciente. Al momento en que el hombre nos confirmó que no sentía tanta presión, tomamos la decisión de extraerlo del habitáculo”.
Una vez afuera, “lo aseguramos y nos disponíamos a sacarlo a un sitio más seguro cuando se produjo el desmoronamiento de una parte de la ladera por donde cayó el camión, que puso en riesgo a todos los socorristas”, recordó.
Por fin, “el hombre fue subido a una de las embarcaciones y llevado a flote unos 500 metros río abajo, acompañado por un equipo de auxilio que caminó a su lado sosteniendo las sogas en medio de las heladas aguas y la fuerte correntada, hasta un punto donde se lo pudo desembarcar y subir al helicóptero de Lago Escondido para ser derivado al hospital de San Carlos de Bariloche”.
Apenas arribado, fue tratado por los politraumatismos recibidos y se comprobó que no presentaba nada de gravedad. Permaneció internado hasta el mediodía del miércoles, donde recibió el alta.
Este operativo “pone de manifiesto la preparación con que cuentan nuestros bomberos voluntarios”, destacó Jano Namor. “La continua capacitación es una de las premisas de la institución y una prioridad para la comisión directiva, el trabajo que desarrollaron fue impecable”, remarcó.
Hasta el lugar también llegó a colaborar personal de la Policía de Río Negro, Defensa Civil y otros organismos.