El accidente protagonizado por el cantante de cumbia Rubén Darío Castiñeiras, conocido popularmente como El Pepo, que dejó dos muertos el pasado sábado en la ruta 63 cerca de la localidad de Dolores, se sumó a la lista de tragedias viales protagonizadas por personajes de la bailanta.
Pérdidas que ocasionaron mucho dolor como la de Rodrigo o Gilda también tuvieron lugar en las rutas del país y terminaron con la vida de estos artistas y de sus acompañantes.
El 7 de septiembre de 1996, en el mejor momento de su carrera, Gilda murió en un accidente de tránsito cuando se dirigía a la ciudad entrerriana de Concordia.
Un camión con patente brasileña embistió al micro donde viajaba toda el equipo y junto con la cantante fallecieron su madre Tita, su hija Mariel y tres de los músicos de la banda, mientras que Fabrizio, su hijo, y Juan Carlos Toti Giménez, su marido, sobrevivieron al choque.
Miriam Alejandra Bianchi había nacido el 11 de octubre de 1961 en el barrio porteño de Villa Devoto. Su carrera musical comenzó cuando respondió a un aviso en un periódico, en el que solicitaban vocalistas para un grupo musical y tiempo después adoptó su nombre artístico en honor al personaje encarnado por Rita Hayworth en la película Gilda de 1946.
Tras su muerte, los fanáticos se convirtieron en devotos y comenzaron a aparecer testimonios de milagros que algunas personas le atribuían a su espíritu y por eso se hizo costumbre que gente de todas las edades le ofrezca oraciones y prenda velas a su imagen, pidiéndole que preserve la salud y el trabajo de sus familias y esperando que Gilda los ilumine con un milagro.
Rodrigo Bueno, de 27 años, falleció el 24 de junio de 2000, cuando había alcanzado el reconocimiento popular y sus apariciones en televisión eran moneda corriente.
El artista, que encantó a partir de un carisma que paseó sin pausa por la fauna mediática tras alcanzar el éxito masivo, murió en la misma fecha que Carlos Gardel pero 65 años después. Tras varios años de trabajo en la música y una decena de álbumes editados, Rodrigo llegó al éxito masivo y logró trascender ampliamente las fronteras del género musical en el que se desarrolló
Una desgraciada madrugada, tras un recital en el boliche Escándalo, de la localidad bonaerense de City Bell, lo empujó a la muerte sobre la autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura de Berazategui. El accidente, en el que también perdió la vida el actor Fernando Olmedo (hijo del genial artista rosarino Alberto Olmedo), precipitó una oleada de devoción popular que Rodrigo Bueno venía sembrando a ritmo de cuarteto.
La noticia corrió con rapidez, generando dolor entre una multitudinaria legión de fanáticos de todo el país que se hicieron tiempo y lugar para despedirlo masivamente en la municipalidad de Lanús y, poco después, convertir la zona de Berazategui en un santuario popular de recordación.
Al igual que el Pepo, el fallecido Leo Mattioli también tuvo una experiencia de este tipo. En la madrugada del 15 de enero del año 2000, el llamado «León Santafesino» se salvó de milagro cuando protagonizó un accidente de tránsito al volver de una gira, en el norte santafesino.
Allí murieron dos integrantes de su grupo, Reyes y Bevegni. El cantante sufrió graves heridas y estuvo al borde de la muerte. Luego de su recuperación, Leo regresó a los escenarios con un disco titulado “Un homenaje al cielo”, dedicado a la memoria de sus amigos.
El 26 de febrero del 2006 murió Pablo Ravassollo cantante del grupo Trulalá en un accidente de tránsito camino a Alta Gracia. El joven tenía 22 años y conducía un Volkswagen Gol acompañado por otros dos hombres se dirigían para un recital de la banda en Santa Rosa de Calamuchita.
El cantante y otro de los ocupantes del vehículo perdieron la vida en el lugar.