Se dedican a tareas tan variadas como la construcción de instalaciones vitales para la industria, logística de arena para fracturas, transporte y servicios gastronómicos en Vaca Muerta. De este total, unas 108 son las que entran para trabajos pesados en áreas petroleras.
Las productoras de crudo fueron las primeras damnificadas. El decreto de necesidad y urgencia 566/2019 del gobierno nacional impacta de lleno en el corazón energético del país y propaga una serie de interrogantes sobre cómo se terminará superando la actual coyuntura en Vaca Muerta. Es algo que afecta a la producción de shale oil, con un precio del crudo interno con un techo 59 dólares, pero con una cotización de esa moneda en $45,19.
A este primer cuadro, vinculado al de las operadoras de cada yacimiento, el de las empresas que extraen petróleo y gas y que lo comercializan a refinerías o los procesan en sus propias instalaciones, se suman unas 850 empresas neuquinas que forman parte de toda la cadena de valor de la industria hidrocarburífera, según los datos del Centro Pyme-Adeneu, un organismo parte del ministerio de Industria y Producción de la provincia.
Se trata de pymes que ingresan a yacimientos para prestar servicios vinculados a la producción de petróleo y gas y de otras que cumplen tareas menos específicas, como el transporte de miles de trabajadores todos los días o la cocina que se consume en una determinada área de la Cuenca Neuquina.
Dentro de esa diversidad hay algo que las aúna: la preocupación por el cambio abrupto de condiciones, casi de la noche a la mañana, en un contexto en que para algunas las dificultades también venían desde antes.
De este universo de empresas, hay unas 108 agrupadas en dos cámaras del sector: la Cámara Empresarial de la Industria Petrolera y Afines de Neuquén (CEIPA) y la Cámara Patagónica de Empresas de Servicios Petroleros (Capespe). Sobre todo en el primer caso, se trata de las pymes que pusieron el grito en el cielo en los dos últimos días.
Sucedió lo que acaso preveían: el efecto del decreto nacional que busca detener aumentos en el precio de la nafta les llegó más directamente con la decisión de YPF de trasladar a su cadena de pagos el mismo tipo de cambio con el que le permiten producir.
La petrolera nacionalizada fue la primera en tomar esta medida, en un contexto en el que, como ya anticipó su CEO Daniel González, deberá recortar entre 100 y 120 millones de dólares por mes para sobrellevar los efectos de la normativa nacional.
Dentro de las empresas neuquinas que ingresan a yacimientos, están las que se desempeñan en la logística de arena para fracturas, manejan herramientas de torque, montan campamentos, realizan mantenimiento y trabajan en la separación de materiales que se extraen de la perforación de los pozos, entre otra amplia variedad de servicios.
En buena medida, todas están cruzadas por incertidumbres y restricciones previas que ahora pueden agravarse. La imposibilidad de conseguir financiamiento en una coyuntura de tasas estratosféricas, y una cadena de pagos cuyos plazos van de los 90 a 120 días, en un escenario de suba de la inflación y aumento del dólar, como en los últimos meses.
A eso, ahora se añade la posible baja en el nivel de actividad, con petroleras que pensarán aún más antes de contratar un servicio, mirando qué ocurre en con actual proceso político y cómo se sale de un escenario de dificultades para el sector, informó Imneuquen.