El ministro del Interior de Guatemala, Enrique Degenhart, sostuvo este miércoles en rueda prensa que su país está dejando de ser un territorio usado para el traslado y almacenamiento de droga, y ahora se convierte en elaborador directo de estupefacientes ilegales. Las consideraciones del funcionario se produjeron luego de que las autoridades hayan encontrado en las últimas semanas plantaciones de coca y laboratorios de cocaína.
En otras palabras, afirmó: «Esto pone a la nación en una situación completamente diferente. No solo somos un país de paso o tránsito, sino que ahora Guatemala se convierte en un productor de cocaína». Al respecto, Degenhart comentó que esta situación modifica «la seguridad regional».
En concreto, el político repasó que recientemente el Ministerio de Defensa local desmanteló tres centros de producción de narcóticos, además de algunas plantaciones. La reacción estatal es acompañada por el estado de sitio, declarado el 5 de septiembre por la Administración de Jimmy Morales en 22 municipios, luego de que presuntos narcotraficantes hayan asesinado a tres militares en el distrito de El Estor.
Operativos policiales
La medida de emergencia fue aprobada por el Parlamento y tiene una vigencia de 30 días. Así, aquellos despliegues de las fuerzas de seguridad dejaron un saldo de al menos 300 detenidos registrados hasta el 16 de septiembre. Al respecto, la Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica, a cargo de la Policía Nacional Civil, publicó el 14 de este mes que halló 23 campos de marihuana, que suman 15.817 metros cuadrados ubicados en el municipio de Sipacapa, departamento de San Marcos.
El día anterior, los uniformados ya habían anunciado que en el departamento de Izabal se encontró un campo de coca de 6.912 metros cuadrados, con «un narcolaboratorio» incluido.
- Alianza con Washington
A su vez, el ministro acotó que los funcionarios locales están desarrollando «una estrategia muy fuerte con autoridades antinarcóticas de EE.UU.», y detalló que el martes el Ejecutivo guatemalteco recibió cinco helicópteros desde el país norteamericano. En efecto, se trata de aeronaves que solían ser piloteadas por uniformados estadounidenses, pero tras ser reparadas, el Gobierno de Donald Trump las envió para ser utilizadas por policías centroamericanos, así lo reseña RT.