La Justicia de Brasil avanzó hoy contra la multinacional Techint en una causa por presunto pago de sobornos a ejecutivos de la petrolera estatal brasileña, Petrobras, para obtener contratos de obra pública multimillonarios como parte de un «club» o «cartel» de constructoras, según consta en la resolución judicial cuya copia obtuvo LA NACION.
El juez de Curitiba, Luiz Antonio Bonat, dispuso 23 allanamientos en viviendas y oficinas de los estados de Río de Janeiro, San Pablo y Paraná, pero rechazó los pedidos de detención de varios de los acusados que presentaron los investigadores que impulsan el «Lava Jato».
Como parte de la llamada «Operación Tango & Cash», el juez Bonat también dispuso el bloqueo de 1700 millones de reales -unos US$ 450 millones- por sospechas de presunto lavado de activos derivados de la corrupción, ocurrido entre 2008 y 2013.
El equipo de investigadores, conformado por fiscales e integrantes de la Policía Federal brasileña, considera que ejecutivos de Techint pagaron coimas equivalentes al 2% del valor de cada uno de los contratos que durante años obtuvieron de Petrobras.
Consultados por LA NACION, voceros de la multinacional indicaron que «Techint informa que esta investigación fue iniciada en 2014 y que la empresa colaboró con toda la información solicitada» durante el operativo. Desde Petrobras, en tanto, se emitió un comunicado en el que la petrolera señaló que «trabaja en estrecha colaboración con las autoridades que conducen la Operación Lava Jato» para investigar lo que calificaron como un «esquema de corrupción que involucró a agentes políticos y privados».
Según el procurador del Ministerio Público Fiscal brasileño, Marcelo Oliveira, la figura central en el esquema bajo investigación fue uno de los máximos directivos de Techint en ese país, Ricardo Ourique Marques.
De acuerdo a la Policía Federal, Techint integró un «club» brasileño que, junto a otras 15 empresas -entre ellas, Odebrecht, Camargo Correa, Queiroz Galvao y Andrade Gutierrez-, montaron un cartel cerrado en 2006 para repartirse los contratos de obra pública.
Según precisó el Ministerio Público Fiscal brasileño, Techint ganó contratos de obra pública con Odebrecht y Andrade Gutierrez para luego recurrir a sociedades offshore con el fin de girar dinero a directores y gerentes de Petrobras basados en contratos falsos de consultoría.
Por medio de esas maniobras, afirmaron los investigadores del Lava Jato, solo uno de los entonces ejecutivos de Petrobras habría recibido sobornos por US$9,4 millones entre 2008 y 2013, período en el que Techint firmó contratos por 3000 millones de reales para el suministro de tubos.
La «Operación Tango & Cash» significó otra complicación para Techint en territorio brasileño. En agosto de este año, un Tribunal Federal de Apelaciones dictaminó que debe afrontar un juicio junto a otras 12 empresas que les inició Petrobras por presuntos «daños morales colectivos».
Los argumentos de Petrobras
Petrobras apuntó contra Techint Engenharia e Construções, Odebrecht, Camargo Correa, Andrade Gutierrez, Queiroz Galvao, UTC y otras siete empresas, como así también contra Marcelo Odebrecht, su colaborador Márcio Faria, y otros cinco acusados, como Paulo Costa, Pedro Barusco Filho y Renato de Souza Duque.
Según argumentó Petrobras en su reclamo judicial, Techint y las restantes empresas y ejecutivos que conformaron un «club de la obra pública» en Brasil actuaron de manera coordinada para perjudicarla en miles de millones de reales, de modo tal que terminó severamente comprometida en su capacidad de inversión, su credibilidad y su valor de mercado.
En marzo de este año, además, el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) brasileño ratificó la pertinencia de una sanción de «inidoneidad administrativa» dispuesta contra el holding y otras tres empresas acusadas de cartelizarse en perjuicio del Estado brasileño, informó La Nación.