Cuando faltan quince días para su realización, y ante la falta de una norma que la regule, los detalles de la ceremonia de jura y traspaso del mando ante el Congreso reunido en Asamblea Legislativa son todavía motivo de incertidumbre, ante la resistencia del kirchnerismo a aceptar el procedimiento tal cual lo establece la norma.
Amparada en la Constitución, que establece que las autoridades electas deben prestar juramento «en manos del presidente del Senado», la vicepresidenta Gabriela Michetti cree que presidirá la Asamblea Legislativa y que tendrá a su cargo encabezar la jura de la fórmula presidencial.
Sin embargo, en el kirchnerismo ya dejaron trascender que Cristina Kirchner pretende ser quien le tome juramento a Alberto Fernández, a partir de una interpretación diferente del artículo 93 de la Constitución Nacional.
En este escenario, la senadora pretende asumir primero la vicepresidencia de manos de Michetti para poder quedar al frente de la Asamblea Legislativa y avanzar así con la jura del nuevo presidente constitucional.
Aunque con menos repercusión pública, la disputa trae a la memoria el papelón registrado en 2015, cuando Cristina Kirchner se negó a entregar los atributos del poder en la Casa Rosada, como pretendía Mauricio Macri, y provocó una polémica sobre el momento en el que efectivamente concluyen los mandatos presidenciales.