Gustavo Sastre será quien ocupe desde el 8 de diciembre el lugar de su hermano mellizo Ricardo, en la intendencia de Puerto Madryn, quien asumirá como vicegobernador del Chubut. Se trata de un hecho sin antecedentes.
El domingo 8 de diciembre se realizará la ceremonia formal del traspaso de mando en la municipalidad de Puerto Madryn. Allí tendrá lugar un acontecimiento sin antecedentes: Gustavo Sastre reemplazará a su hermano mellizo, Ricardo, quien asumirá al día siguiente como vicegobernador de Chubut.
La particular ceremonia que se realizará en el gimnasio municipal de Puerto Madryn, donde Ricardo le entregará la conducción de la comuna a su hermano mellizo.
Ambos nacieron con una diferencia de poco más de una hora: el primero en llegar al mundo fue Ricardo, que nació el 7 de enero de 1972, a las 12,32 del mediodía, y una hora y cuarto más tarde vio la luz su hermano Gustavo, que será el futuro intendente de Puerto Madryn.
Se recuerda en la familia Sastre que el papá, Abel de 83 años, fue corriendo hasta su casa para avisar que había nacido otro varón, lugar ocupado hasta ese momento por Nelson, el hermano mayor y único heredero. «En aquella época no había forma de saber si venía otro, así que papá fue corriendo hasta la casa y cuando volvió se enteró que había nacido otro», dijo Ricardo a Télam, quien desde el 10 de diciembre será vicegobernador provincial.
En la ceremonia de traspaso estará el padre de ambos, el hermano mayor, Nelson -que está lejos de la actividad política y es un amante del automovilismo-, y Rosa Ochoa, de 81 años, la mamá de la familia.
Pero las singularidades no se detienen ahí, porque la misma sucesión que se dará en la municipalidad ya se produjo en la conducción del Club Social y Deportivo Madryn, que lo tuvo a Ricardo como presidente entre el 2004 y 2007, y luego ese mismo cargo fue ocupado por «el melli» Gustavo. Mucho antes había sido el presidente de ese mismo club, que compite en la divisional A del Torneo Federal de AFA, el padre de ambos.
Gustavo y Ricardo no son gemelos, pero tienen un parecido muy marcado, a punto tal que son famosas las anécdotas de la niñez. «Éramos tan parecidos que la maestra le pidió a mamá que nos bordara el nombre en el guardapolvo así podían distinguirnos, y no faltó ocasión para cambiarnos de guardapolvo; también alguna vez hicimos algún examen cruzado», admitió Gustavo, el futuro intendente, quien recordó que «contamos las anécdotas que son contables». Con información del Diario ADNSUR.