Uno de los casos, sucedió en un complejo habitacional de la zona noreste de la ciudad y el otro, dos horas después, en el sector oeste. Allí la policía vincula el hecho con una venganza por un crimen que ocurrió tiempo atrás.
Dicen que la dueña del coche tendría alguna relación con la persona que se encuentra presa por un asesinato y los investigadores no descartan, quizás porque tendrían elementos para sospechar, de que gente conocida de la víctima haya ido a incendiar el rodado. Buscaban cámaras de seguridad en las inmediaciones en el afán de encontrar alguna filmación del pirómano.
El vehículo se encontraba estacionado enfrente del domicilio de su propietaria, cuando le rompieron uno de los vidrios para arrojarle a la cabina algún elemento combustible encendido, con lo que rápidamente se empezó a prender fuego.
El hecho se registró alrededor de las seis de la mañana en las inmediaciones de Ramón y Cajal y Ceferino Namuncurá en el barrio Progreso y ante la tardanza de los bomberos, los vecinos del lugar tomaron la iniciativa y sofocaron el siniestro.
De no haber sido así, el Volkswagen Gol que terminó con daños importantes solo en la cabina, hubiera sido devastado por las llamas.
Este episodio se produjo unas horas después de otro de similares características que había sido denunciado en un sector opuesto de la ciudad, en el barrio 290 Viviendas en donde un incendio intencional en otro vehículo, también, debió ser extinguido por algunos lugareños.
Ese siniestro ocurrió en las inmediaciones de las calles Aloise y José Ingenieros y el rodado afectado tuvo por suerte daños parciales gracias a la rápida reacción de los vecinos.