Compañero de estudios de Alberto Fernández, amigo personal y aliado histórico durante varios gobiernos presidenciales, Claudio Moroni será la cara visible del «pacto social», la base sobre la cual el presidente electo pretende reactivar la economía. Ungido como el futuro ministro – sí, ministro – de Trabajo, Moroni tendrá por delante la tarea de reconstruir un Ministerio degradado, subsumido a la cartera de Producción, y capitanear la conflictiva puja entre sindicatos, organizaciones sociales y empresarios en un contexto de crisis que amenaza con profundizarse. De bajo perfil y antiguo compañeros de aventuras políticas del presidente electo, ¿quién es Claudio Moroni y qué función ocupará en el gabinete ?
Quién es Claudio Moroni
«Moroni tiene un conocimiento impresionante de lo que es el Estado”, afirmó el triunviro de la CGT, Héctor Daer, cuando confirmó que el abogado amigo de Fernández sería el ministro de Trabajo. Y no se equivocaba. Titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en el 2008, Director Ejecutivo de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) en el 2007, Síndico General de la Nación entre 2004 y 2007, Superintendente de Seguros de la Nación entre 1995 y 1998 (y luego entre 2002 y 2004), Moroni es un hombre forjado al calor de la gestión pública. Funcionario durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, de Eduardo Duhalde y del menemismo, el compañero de estudios de Alberto Fernández en la Facultad de Derecho de la UBA, supo ocupar diferentes lugares a medida que los tiempos cambiaban. Apadrinado, siempre, por su referente político. Hasta que, en el 2008, el ex jefe de Gabinete se peleó con la Casa Rosada y Moroni fue, lentamente, perdiendo poder.
Su gestión en la AFIP – la última en la gestión pública – coincidió con la explosión de la crisis financiera internacional. Durante los siete meses que estuvo en el cargo, Moroni fue el encargado de defender, junto al entonces ministro de Trabajo Carlos Tomada, la batería de medidas anunciadas por el gobierno para morigerar los coletazos de la debacle financiera. Este paquete, que incluyó la moratoria impositiva, el blanqueo de capitales y la eliminación de la «tablita de Machinea» (un sistema para calcular el impuesto a las Ganancias creado en el 2001 por De La Rúa), encuentra ciertas continuidades con el proyecto de ley de moratoria impositiva y previsional que Alberto Fernández planea presentar una vez que asuma. Esta iniciativa, que incluye una quita de la deuda que algunas empresas mantienen la AFIP y que, por lo tanto, obedece a los reclamos del sector industrial, será uno de los ejes del «pacto social» que Moroni deberá conducir.
Sus objetivos a cargo del Ministerio de Trabajo
Después de las elecciones generales, Moroni comenzó a reunirse con diferentes dirigentes sindicales con el objetivo de abrir una mesa de negociación que le permitiera al futuro gobierno recomponer lo salarios sin que la suba no implicase un incremento de la inflación. Esta actitud le valió una recepción predominantemente positiva por parte de las cabezas de la CGT – como Héctor Daer, Carlos Acuña, Roberto Fernández, Andrés Rodríguez, Omar Viviani, entre otros -, quienes manifestaron haber llegado a un punto de acuerdo respecto a la prioridad que debía tener el futuro Ministerio de Trabajo: recomponer el poder adquisitivo que se había depreciado en los últimos cuatro años.
Después de devolverle a la cartera de Trabajo su rango ministerial, el principal objetivo de Moroni será darle una respuesta a los trabajadores con menores ingresos, particularmente golpeados por la crisis. A pesar de estos acuerdos generados con los sindicatos, existen numerosos focos de conflicto -como la posibilidad de una revisión de algunos convenios colectivos de trabajo y un futuro congelamiento de salarios – que implicarán un gran desafío para la persona que deberá lidiar con las consecuencias que la crisis tuvo en el mercado de trabajo en los últimos años.