“Hace un par de meses, en la plaza del pueblo, se plantó un árbol por cada vecino fallecido por el hanta virus; ahora estaría bueno que se plante el nuevo hospital tantas veces prometido por la dirigencia política”, reflexionó ayer un vecino de Epuyén, movilizado por el reclamo generalizado en la comunidad.
Luego de la crisis sanitaria que se llevó la vida de 11 de sus habitantes, un año atrás, los pobladores volvieron a autoconvocarse para marchar y visibilizar la demanda. “Esta comunidad necesita un nuevo hospital, y como trabajadores del sistema queremos participar del diseño del proyecto, pero el déficit actual nos lleva a retomar una batería de pedidos planteados al ministerio por nota”, graficó al respecto la vocera Andrea Casadei.
“Fue muy poco lo conseguido a lo largo del año, se logró la instalación de un laboratorio y el filtro de aire para la sala de aislamiento, necesario para la activación del protocolo por hanta virus. En caso de un nuevo contagio, deberemos atenderlo con los recursos disponibles que tenemos los trabajadores”, graficó.
Desde su óptica, “hay un retroceso, porque tenemos cada vez menos médicos; servicios básicos como odontología que se pierden; otras disciplinas no tenemos un lugar adecuado para atender; por momentos hay faltantes de insumos y medicamentos básicos o el servicio de rayos que viene reclamando las condiciones mínimas de bioseguridad para los técnicos y pacientes”, según detalló.
En referencia al equipo de salud mental que integra, la psicóloga Andrea Casadei recordó que actualmente “seguimos trabajando sobre las secuelas del hanta virus, con el apoyo de profesionales de los hospitales de El Hoyo, Lago Puelo y El Maitén (el único equipo que siguió trabajando en terreno), donde el abordaje de los procesos subjetivos de los pacientes son heterogéneos, donde cada situación tiene su propia dinámica”.
Con todo, reconoció que “tenemos muchas dificultades y resistencias para poder mantener el trabajo, con situaciones realmente tremendas y complejas, más allá de que no hay una generalidad. Fueron múltiples situaciones las que pasaron”.
Luego de una asamblea en la puerta del hospital, con micrófono abierto, la marcha se desarrolló por las calles del pueblo cordillerano.