Dispuestos a jugar fuerte en la definición de nuevas políticas para el segmento a partir del cambio de Gobierno, los sindicatos aeronáuticos comenzaron a tejer redes con la cartera de Transporte.
Durante el macrismo, la gestión de Guillermo Dietrich apostó todas sus fichas a la desregulación del sector aerocomercial a través de la ultra publicitada «revolución de los aviones», pero lo cierto es que el experimento cerró con la salida de compañías como Avianca y Norwegian, el crack financiero de Andes, y pérdidas para el resto de los actores del servicio incluido el dúo Aerolíneas-Austral.
Con matices, en el ámbito aerocomercial todas las compañías reconocen que operaron en rojo al menos durante los últimos cuatro años. Y esto más allá de que no faltaron aerolíneas que lograron hacerse con subsidios y otros beneficios promovidos desde alguna esfera del Estado.
Dado el escenario, las organizaciones comenzaron a dialogar con la cartera de Transporte a partir de una serie de acciones pensadas por los gremios para devolverle cierto oxígeno a las empresas que aún vuelan en la Argentina. En concreto, el pedido que vienen haciendo es el retorno de las tarifas mínimas. Esto implicaría erradicar las ofertas agresivas que caracterizaron a los tiempos de Dietrich.
A los ojos de sindicatos e incluso algunas de las empresas del ramo, este aspecto permitiría desarticular el «escenario de dumping» que se cobró la vida comercial de más de una aerolínea. Esa práctica, indicaron a IProfesional fuentes gremiales, es la variable que también dejó al borde del quebranto a varias de las firmas que «sobrevivieron a la revolución de los aviones».
El piso en los valores de los tickets fue quitado por el Gobierno anterior en agosto de 2018 en respuesta al pedido de las compañías que ingresaron a la Argentina bajo el modelo «low cost». Precisamente el retorno de esa piso, reconocen puertas hacia adentro en algunas de las empresas, significaría en la práctica el fin de los vuelos a precios ultra agresivos.
Para los sindicatos, el regreso de la banda tarifaria representa el camino para aliviar la estructura de costos de las aerolíneas, que en la pelea por captar pasajeros a partir de tickets baratos en todos los casos volaron a pérdida. En la vereda de enfrente, no faltan los analistas que observan a este recurso como un retroceso, dado que volverían a encarecer los pasajes.
Por lo pronto, y según confirmaron a IProfesional distintas fuentes gremiales, las organizaciones ya concretaron encuentros con el ministro Mario Meoni y el funcionario no sólo reconoció el momento crítico que atraviesa la actividad aerocomercial sino que, además, también habría manifestado su decisión de definir criterios para el eventual regreso de las tarifas mínimas.
«El ministro entendió que hay que trabajar al respecto, aunque dejando en claro que llevará su tiempo. Meoni comparte que la industria no puede seguir operando por debajo de sus costos. Hay que asumir que el ‘dumping’ promovido en estos años dejó al sector de rodillas», dijo a este medio una fuente de UPSA, el gremio que nuclea al personal jerárquico.
«Si bien para definir una banda de precios mínimos hay que hacer un estudio con el cálculo de los costos operativos actuales, en Transporte tienen claro que flexibilizar como se hizo terminó destruyendo al sector. Ahora hay que saber aprovechar el muy buen mercado interno que generó la devaluación», añadió.
Pablo Biró, referente de APLA, la organización que integra a los pilotos, reconoció que existe diálogo con Meoni y anticipó que habrá nuevas reuniones con el ministro de Transporte en cuanto queden designados todos los funcionarios de la cartera.
«Ya pudimos plantearle las aristas de la problemática que afecta a todo el sector. La eliminación de la tarifa desembocó en que las compañías comenzaran a tener todos sus números en rojo», comentó a iProfesional.
De acuerdo al dirigente, la ausencia de la banda de precios mínimos «promovió una competencia descarnada que dejó a empresas afuera del mercado. Con tal de ocupar asientos, empezaron a vender muy por debajo de los costos. Eso generó un problema económico grave para todas las compañías».
Competencia feroz
Desde Andes reconocieron estar al tanto de las conversaciones entre gremios y la cartera de Transporte para reinstalar el piso en las tarifas. Ante la consulta de iProfesional, en el seno de la aerolínea identificaron a la potencial medida como la decisión correcta frente al escenario de competencia feroz consolidado durante el macrismo.
«Reinstalar la banda eliminaría el ‘dumping’ que se realiza por estos días. La quita de ese piso es lo que habilitó la venta de tickets por debajo de los costos. Sin fijar políticas para controlar eso de alguna manera, lo que generó el Gobierno anterior fue una auténtica depredación del mercado», aseveró a este medio Horacio Preneste, director comercial de Andes.
«En un mercado recesivo como el argentino, se produjo un exceso de oferta, de cantidad de asientos, y eso derivó en la venta a precios irrisorios. En lugar de generar nuevos pasajeros lo que se hizo fue quitarle público a los ómnibus. Todo el sistema perdió dinero. Los únicos actores que pudieron mantenerse más o menos en pie son aquellos que tienen espaldas a partir del financiamiento externo», agregó.
Con el objeto de graficar el desfasaje entre el costo operativo y los precios de comercialización a los que se llegó en la «revolución de los aviones», Preneste sostuvo que la ausencia de tarifas mínimas promovió «la muerte de una empresa a manos de otra» y aportó una comparación entre gastos e ingresos por venta de pasajes.
«Si tomamos en cuenta la capacidad promedio de los aviones que hacen cabotaje, una ocupación también estándar, y aspectos generales de las rutas, la hora de vuelo de una aeronave dentro de Argentina jamás baja de los 3.000 pesos por tramo. Sólo de costo. Hubo y hay empresas que están vendiendo el itinerario a los pasajeros a 1.800 pesos o menos», detalló.
Como contrapartida, Franco Rinaldi, reconocido experto de la actividad aeronáutica, observó al eventual retorno de la banda como un retroceso para el mercado local.
«La posibilidad parte de un lobby enorme que vienen llevando a cabo los sindicatos con la idea de favorecer a Aerolíneas y Austral. En lo concreto, poner un piso generará un aumento fuerte en los tickets. De ahí que volveremos atrás en el acceso al servicio. Como era antes, sólo volarán los que siempre lo hicieron», advirtió ante iProfesional.
Números en rojo
La crisis económica que atraviesa la Argentina, con sus vaivenes permanentes en términos de variación del tipo de cambio y suba de costos, viene dándole duro golpe a la actividad aerocomercial.
Así, pese a que se pretendía revolucionar el negocio con la apertura de los cielos, el sector concluyó 2019 con problemas financieros y con números en rojo en la mayoría de los aeropuertos del país.
Lo llamativo es que estos malos resultados se observaron en vuelos de cabotaje, el nicho que –a diferencia de los servicios internacionales– en cada instancia de devaluación supo mantenerse en pie por operar en pesos y por estar beneficiado con más promociones y planes de cuotas.
De acuerdo con estadísticas de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) a las que accedió iProfesional, en diciembre pasado una veintena de terminales concluyeron el mes con indicadores negativos en lo que hace a afluencia de pasajeros respecto de igual mes pero de 2018.
En la medición sobresalen los casos de Santa Fe (merma del 58%), Mar del Plata (-21%), San Luis (-17%), Puerto Madryn (-16%), Esquel (-10%), e incluso el Aeroparque porteño (-5%). También fueron importantes las caídas en Bahía Blanca, Río Cuarto, Comodoro Rivadavia, Termas de Río Hondo, Corrientes y Jujuy, por mencionar otros puntos.
En términos de traslados internacionales, Ezeiza registra una suba del 2%, pero las demás terminales completaron el último mes de 2019 con estadísticas negativas. Tucumán, Rosario, Salta, Ushuaia, Mendoza y Córdoba, en ese orden, lideraron la nómina de aeropuertos con malos resultados, informó IProfesional.