El Vaticano afirmó que la posible ordenación sacerdotal de de hombres casados «puede ser discutida en el futuro» tras la exhortación del papa Francisco sobre la Amazonía publicada este miércoles y que no incluye referencias explícitas a esa posibilidad.
En ese marco, Francisco convoca en su nuevo texto a que «toda la Iglesia se deje enriquecer e interpelar por ese trabajo, que los pastores, consagrados, consagradas y fieles laicos de la Amazonia se empeñen en su aplicación, y que pueda inspirar de algún modo a todas las personas de buena voluntad».
Una clave en esa lectura la dio el cardenal Michael Czerny al presentar este miércoles la exhortación en el Vaticano: «La posibilidad de ordenar a hombres casados puede ser discutida por la Iglesia. Y ya existe, por ejemplo, en las Iglesias Orientales», planteó.
La apertura del sacerdocio a hombres casados «es una cuestión que ha sido discutida durante mucho tiempo y puede serlo aun en el futuro, porque la perfecta y perpetua continencia no es ciertamente exigida por la naturaleza misma del sacerdocio, como declaró el Concilio Ecuménico Vaticano II», agregó en tanto el director editorial del Dicasterio de Comunicación del Vaticano, Andrea Tornielli, al dar su posición sobre el tema.
En octubre último, el texto final del Sínodo reclamó, citando el documento conclusivo del Concilio Vaticano II, la posibilidad de «ordenar sacerdotes a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad, que tengan un diaconado fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado, pudiendo tener familia legítimamente constituida y estable, para sostener la vida de la comunidad cristiana mediante la predicación de la Palabra y la celebración de los Sacramentos en las zonas más remotas de la región amazónica».
Ese pedido de los participantes, expresado en el punto 111 del texto, fue sin embargo el más rechazado de los 120 del documento, con 128 votos a favor y 41 en contra.
El nuevo texto de Francisco tampoco da referencias concretas sobre otro de los temas que había generado expectativa, luego de las sugerencias realizadas por los obispos en octubre, como es el pedido para continuar con los estudios que puedan permitir instaurar un diaconado permanente femenino, como según algunos historiadores de la Iglesia ocurría en algunas comunidades en los orígenes del cristianismo.
De todos modos,el Papa sí dedica un espacio propio a la fuerza y al don de las mujeres en los puntos 99 a 103 de los 111 que componen la exhortación.
En ese pasaje, Bergoglio reconoce que en la Amazonia algunas comunidades se han mantenido solo «gracias a la presencia de mujeres fuertes y generosas».
Sin embargo, con un tema recurrente a su pensamiento, advierte que no se debe reducir «la Iglesia a estructuras funcionales».
Para el Papa la clericalización de la mujer debe ser rechazada, y alienta el surgimiento de nuevos servicios femeninos, que, con el reconocimiento público de los obispos, incidan en las decisiones de las comunidades, señaló Télam.