La crisis en el land alemán de Turingia por el voto conjunto de conservadores y liberales con los ultraderechistas se ha cobrado una pieza de gran envergadura en la política federal de Alemania. La presidenta de la democristiana CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, renuncia a ser candidata a la Cancillería y dejará la presidencia del partido.
Kramp-Karrenbauer, la delfín de la canciller Angela Merkel, que fue siempre vista como su sucesora en la Cancillería de Alemania, ha comunicado este lunes a la cúpula del partido esta doble renuncia. Su pecado es no haber sabido imponerse a los líderes locales del partido en Turingia, que el miércoles de la semana pasada votaron con la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) la investidura como presidente del land del candidato liberal, Thomas Kemmerich.
DOBLE RENUNCIA
Kramp-Karrenbauer no se postulará a la Cancillería y renuncia a la presidencia
El voto democristiano y liberal a la par con la AfD supuso la ruptura del cordón sanitario con el que hasta ahora todos los partidos del espectro alemán mantenían aislada a esta formación ultraderechista, negándose a todo trato con ella. A la indignación transversal en el espectro político siguió una tempestiva intervención de la canciller Merkel, que se hallaba de viaje en Sudáfrica, y dijo el jueves pasado que “el procedimiento es imperdonable, y por tanto el resultado debe ser revertido”.
Durante todo el pasado fin de semana, Merkel, ya de vuelta de su viaje, se comportó de facto como si volviera a ser la jefa de los democristianos, cargo que dejó por decisión propia a finales del 2018. En diciembre de ese año, un congreso del partido eligió nueva presidenta a Kramp-Karrenbauer, que era vista desde entonces como posible candidata a la Cancillería en las próximas elecciones generales, previstas en principio para el otoño del 2021.
Merkel forzó la dimisión del comisionado del Gobierno para los länder del este
Durante el fin de semana, Angela Merkel forzó la dimisión del comisionado del Gobierno para los länder del este, el democristiano Christian Hirte, quien había mostrado en Twitter su satisfacción por la elección del nuevo presidente de Turingia. Hirte forma parte de la cúpula democristiana de ese land. “La canciller me informó de que ya no podía ser comisionado del Gobierno para los estados regionales del este de Alemania. A petición suya, solicité ser destituido de mis funciones”, anunció Hirte en Twitter.
A su vez, el pequeño partido liberal FDP, zarandeado también por esta crisis de impacto nacional, pugna por rehacerse del error de haber aceptado el voto ultra. El liberal Kemmerich, que renunció al día siguiente de la polémica votación y pidió nuevas elecciones regionales, formalizó su dimisión del cargo de presidente este fin de semana.