Se trata de las fuentes laborales directas. Entre las dificultades figuran los altos costos, aumentos de servicios, falta de mercados y la poca calificación. Se trata de una de las consecuencias más nefastas de las políticas aplicadas por el gobierno de Macri y que dejó como pesada herencia.
La crisis del Parque Industrial de Trelew no es algo nuevo, ni tampoco la situación delicada que atraviesan varias de las empresas que están radicadas, sobre todo aquellas del rubro textil sintético. Tal vez sí sorprenda el número de trabajadores que queda dentro del polo productivo, que supo ser uno de los motores durante décadas, según detalla en su edición de hoy el diario Jornada.
Durante el último año se perdieron otras 132 fuentes laborales. Y el número de empleos directos hoy se reduce a tan sólo 851. Después están aquellas actividades tercerizadas que están fuera del Parque y que suman otros tantos empleos. Es lo que se denomina empleo indirecto.
Esta merma representa una caída del 13,2%. Y es la variación entre agosto de 2018 y agosto 2019 (cuando había 983 empleos), es decir a lo largo de 12 meses.
Los datos son oficiales e integran el informe elaborado por técnicos de la Agencia de Desarrollo Productivo de Trelew y que fue presentado a modo de diagnóstico a las autoridades nacionales días atrás.
MACRI LO HIZO
Entre las dificultades que presentan las firmas, figura el acceso a las materias primas, los incrementos en los costos, el aumento en los servicios, las cargas impositivas y como factor determinante el achicamiento del mercado interno. Y también se plantea como una traba la poca calificación a la hora de incorporar personal.
Dentro de las desvinculaciones no se incluyen aquellos trabajadores que, ante la emergencia en las empresas, y la firme posibilidad de cierre definitivo de algunas de ellas, se han conformado en distintos grupos asociativos de trabajo (fábricas recuperadas, cooperativas), lo cual fácilmente podría engrosar este número, ya que en la actualidad se mantienen sub ocupados.
Uno de los sectores más afectados por la disminución de trabajo es el textil. De acuerdo al documento, “la problemática es una constante en los últimos años, dado que este sector se ha visto perjudicado directamente por el aumento de los insumos y de las materias primas a causa de la variación del dólar. También el elevado costo de los servicios públicos genera un incremento y encarecimiento en los procesos de producción, lo que determina dificultades a la hora de competir con otros mercados, convirtiendo a la oferta local en poco atractiva”.
“Una consecuencia que podemos mencionar como identificada con este sector productivo, es la dificultad de los trabajadores despedidos para reinsertarse laboralmente. Esto debido que los mismos son mayormente adultos, lo cual es un punto en contra a la hora de buscar un nuevo empleo, sumado a la escasa oferta laboral actual”.
El Patagónico detalla que “otro factor relevante es el cobro de las indemnizaciones por despidos. No en todos los casos se recibe en tiempo y forma. Y aquellos que la han percibido, mayormente lo han hecho en cuotas o de manera parcial. Si bien se puede tomar como una solución momentánea, no es lo adecuado”.
Del rubro textil, se contactaron un total de 17 empresas, 8 de ellas pertenecientes al sector sintético, 9 son peinadurías. Las pertenecientes al sector textil sintético representan el área donde más se evidencia la disminución de puestos de trabajo. En relación a igual período del año 2018, la pérdida de puestos de trabajo representa alrededor del 15%. Aquí sólo quedan 624 empleados textiles.