“Hay que esperar hasta el domingo”. En la previa, agotado por las incesantes consultas que recibió en las últimas dos semanas, Alberto Fernández unificó la respuesta que dio a quienes intentaron conocer de primera mano detalles de su primer discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso.
Evitó así dar mayores precisiones sobre un texto que sufrió varios cambios en las últimas 72 horas y que, según confiaron en su entorno, terminaría de pulir “un rato antes” de las 11.45, el horario en el que está previsto que la comitiva presidencial se asome por la entrada de la avenida Entre Ríos.
Igual, a 81 días de su asunción, con algunas de las medidas que prometió durante la campaña ya en marcha y otras tantas en stand by, a la espera de que se resuelva la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional y los acreedores privados, hay ejes que ya tienen un lugar asegurado en la hoja de ruta que planteará el Presidente: la deuda, el aborto, la reforma de la Justicia, las jubilaciones de privilegio y la necesidad de que se apruebe una nueva fórmula jubilatoria.
Si bien el viernes mantuvo varias reuniones con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra; el secretario de Comunicación Pública, Juan Pablo Biondi; y el antropólogo Alejandro Grimson; el Presidente se reservó buena parte del sábado en la Quinta de Olivos para hacer correcciones y terminar de escribir el discurso en la vieja laptop que se resiste a cambiar a pesar del consejo de sus amigos y colaboradores.
Aunque por la sesión del Senado no pudieron reunirse el viernes, en las últimas horas el Presidente no dejó de consultar a Cristina Kirchner. “Estuvieron en contacto permanente”, precisaron fuentes oficiales, sobre el rol de la vicepresidenta.Anunciada el 10 de diciembre con fuegos artificiales, la reforma judicial volverá a tener un espacio importante en el mensaje del Presidente, pero según afirmaban el sábado distintas voces del Gobierno, Alberto F. no dará detalles de la letra chica. La razón es simple: “Todavía no está terminado”, repitieron las fuentes al tanto de una puja fuerte entre quienes opinan -y participan- de la redacción del proyecto, que sería girado antes del viernes.