Las investigaciones de posibles sobornos en las morgues de Guayaquil y el temor a un crecimiento desproporcionado de contagios marcan el Jueves Santo en Ecuador, en el que las autoridades religiosas han bendecido al pueblo desde helicópteros en sus momentos más difíciles.
A diferencia de otros años, en los que multitudes salían a las calles de Quito y Guayaquil en las ceremonias religiosas, la atención ha estado centrada en los índices de propagación del virus, que hoy suma casi 5.000 contagios y 272 muertos, situando a Ecuador en el tercer lugar más afectado de Latinoamérica.
Estadísticas que reflejan el rápido aumento de positivos, concentrados sobre todo en la provincia de Guayas, quizás porque el Gobierno ha intensificado las pruebas y ahora son más las que se practican.
NO HAY REGRESO AL TRABAJO
Con el mercado paralizado y pérdidas impensables, el Gobierno ecuatoriano anunció hoy que por ahora no se reanudará el trabajo presencial el próximo lunes, y que ese día se pondrá en marcha el «semáforo» de condiciones sanitarias en cada región para después ir revisando una por una.
«Lo que significa es que las prohibiciones se mantienen como hasta hoy. Todas empiezan en rojo y a partir de otros días se explicará las implicaciones para la semana siguiente», explicó la Ministra de Gobierno, María Paula Romo, en un mensaje a la nación.
Dio a conocer que son 4.965 los contagiados, casi mil más que hace dos días, y 272 los fallecidos, sin contar otros 284 que probablemente también fallecieran por COVID-19, pero a los que no se les practicaron exámenes.
La provincia de Guayas (suroeste) aglutina el mayor número de contagios y muertos: 3.384 y 154 respectivamente.
La alcaldesa de su capital, Guayaquil, se quejó en una entrevista con Efe de la gestión del Gobierno presidido por Lenín Moreno, y el retraso en impone una cuarentena cuando se detectó el primer contagio el 29 de febrero.
«Las medidas no se tomaron a tiempo, como la cuarentena, sencillamente ahora no se pueden recoger las esquirlas de todo lo que se disparó», denunció la regidora.
Viteri describió una situación en la que, dijo, el sistema de salud está colapsado y gente con afecciones no relacionadas con la pandemia están muriendo sin que sean «aceptados» en los hospitales.
«Este país no tenía un sistema sanitario listo para tratar la vida normal de los ecuatorianos, y cuando llegó esta pandemia, que no teníamos una cosa así desde hace 170 años, el sistema reventó», aseguró.
SOBORNOS PARA DEVOLVER CADÁVERES
La Fiscalía ecuatoriana investiga las denuncias acerca de sobornos por la localización y entrega de cadáveres en hospitales, cuando la ciudad sucumbía porque había más de un millar sin recoger.
Romo señaló, en ese sentido, que el Gobierno «no descarta» que haya personas que «no trabajan para el sistema de salud o en los hospitales» de Guayaquil que sean parte de una red.
«La Fiscalía es ahora la encargada y la Policía actuará bajo pedido» del órgano fiscal, apostilló la ministra tras conocerse denuncias que apuntaban únicamente a personal hospitalario.
La fiscal Mishell Luna, de la Unidad 5 de Administración Pública de la Fiscalía Provincial de Guayas, debe esclarecer si funcionarios de hospitales públicos, como el del Guasmo Sur o Los Ceibos, exigieron dinero a parientes de fallecidos para entregarles sus cadáveres.
Hasta el momento, solo un funcionario del Ministerio de Salud ha sido destituido por estas denuncias.
MAL USO DE SALVOCONDUCTOS
Sólo en la ciudad de Guayaquil, en la que viven más de 2,7 millones de habitantes, se reportaban este jueves 2.388 casos positivos de coronavirus, de los 3.384 en toda la provincia.
Según Viteri, la rápida propagación se debió a que el caso cero, se dio cuando la región costera del país estaba en régimen vacacional por el verano austral.
Y también a que la población ha desoído sustancialmente las órdenes de permanecer en casa en aislamiento desde que se impusieron el 16 de marzo.
Guayas es también la provincia con mayor número de detenidos por incumplimiento del toque de queda, 356, de las que 105 ya han recibido la prisión preventiva.
Desde el lunes existe una restricción de circulación aún mayor -los coches sólo pueden salir un día a la semana según su placa-, lo que no ha impedido que el flujo no deje de aumentar en esta ciudad.
Uno de los que circulaba hoy irregularmente era Juan Villao.
«Tuvimos que escaparnos un rato de casa porque ya no teníamos comida. Nos toca salir los lunes, pero no pudimos venir a comprar antes», indicó el guayaquileño, excusándose en que tiene otros amigos que también lo hacen.
Viteri se quejó de que, como alcaldesa, la fuerza militar no está entre sus potestades, y que la Policía Metropolitana no tiene la capacidad de impedir las salidas.
El general Luis Lalama, comandante de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), explicó además que se «está utilizando mal el salvoconducto que se les da por un motivo exclusivo», y que vecinos salen de compras cuando en el documento solo se especifica que tenían permitido trasladarse al trabajo.