Los delincuentes obligaron a todos los clientes a tirarse al piso y buscaron al gestor hasta la bóveda en busca de dinero. Brigada y Criminalística investigan el violento asalto de este miércoles por la mañana.
Este miércoles por la mañana, un violento asalto comando sacudió la concesionaria Volkswagen de Trelew, donde tres delincuentes encapuchados y armados irrumpieron en el local mientras había clientes presentes.
El hecho ocurrió cerca de las 10.30 horas, sorprendiendo a empleados y clientes que se encontraban en el interior del establecimiento comercial. Según información preliminar, los tres hombres actuaron con extrema violencia, utilizando armas para someter a las víctimas y evitar cualquier resistencia.
En primera instancia, se conoció que su objetivo principal fue un gestor específico, lo que sugiere que contaban con información previa sobre la presencia de dinero en la bóveda, un modus operandi similar al de otros golpes comando registrados en la región patagónica.
Inmediatamente después del escape de los delincuentes, se montó un amplio operativo policial en las inmediaciones de Trelew, con la Brigada de Investigaciones y peritos de Criminalística acordonando la zona para analizar huellas, cámaras de seguridad y posibles rastros dejados por los asaltantes.
Fuentes policiales indicaron que no se reportaron heridos de gravedad, aunque el impacto psicológico en las víctimas es significativo, dada la presencia de clientes durante el robo. La investigación se centra ahora en identificar el vehículo de huida y posibles cómplices.

LA RÁPIDA INTERVENCIÓN DE LAS AUTORIDADES TRAS EL VIOLENTO HECHO
Según informó el jefe de la Unidad Regional Trelew, el comisario Ibarra, tres sospechosos ingresaron con los rostros cubiertos y al menos uno de ellos portando un arma de fuego.
Precisamente, en ese mismo momento había personal policial dentro de la agencia, ya que la firma había contratado un traslado de valores. Al ver a los efectivos, los delincuentes abortaron el robo y se dieron rápidamente a la fuga.

Dentro de este delicado contexto, el ministro de Seguridad, Héctor Iturrioz, reforzó esta versión y señaló que los delincuentes “se vieron sorprendidos por la presencia policial” y que esa situación impidió que avanzaran con el hecho.
Por otro lado, Iturrioz ratificó que no hubo violencia física, pero los empleados “se asustaron aunque no sufrieron lesiones” y, afortunadamente, la policía no respondió con disparos, evitando un posible enfrentamiento.

Por último, las autoridades confirmaron que los delincuentes utilizaban un arma de puño, no armas largas, como se mencionó en un primer momento. Los ladrones podrían haber manejado un dato previo sobre el movimiento de dinero, aunque esa hipótesis aún no está confirmada.




