Los estados comenzaron a anunciar sus planes esta semana, luego de que el gobierno federal presentara su plan gradual para permitir las reaperturas locales, basadas en una serie de criterios que incluyen una baja sostenida de las curvas de contagios y muertos, y una capacidad robusta de testear a la población.
Tras días de fuerte presión por parte del presidente Donald Trump, más de la mitad de los estados de Estados Unidos ya anunciaron cómo comenzarán a reabrir sus economías, mientras una docena informó que por el momento no flexibilizará el aislamiento ni las medidas de distanciamiento social impuestas para frenar la pandemia.
En paralelo, en su conferencia de prensa diaria, Trump anunció esta noche que firmó el decreto que suspende por 60 días el ingreso de inmigrantes, pero no dio nuevos detalles de la medida.
«Acabo de firmar una orden ejecutiva (decreto) que protege los recursos para nuestros pacientes y nuestros trabajadores», informó el mandatario, tras celebrar la decisión de decenas de estados de escuchar su pedido de reabrir la economía para frenar la crisis económica desatada por la pandemia, que ya costó más de 22 millones de puestos de trabajo.
Los estados comenzaron a anunciar sus planes esta semana, luego de que el gobierno federal presentara su plan gradual para permitir las reaperturas locales, basadas en una serie de criterios que incluyen una baja sostenida de las curvas de contagios y muertos, y una capacidad robusta de testear a la población, especialmente a los grupos de riesgo.
«Los estados están volviendo de manera segura, nuestro país está empezando a reabrirse a la actividad económica otra vez; se está cuidando especialmente a los adultos mayores (¡excepto a mi!) y siempre se lo hará, sus vidas serán mejores que antes, !los amamos!», tuiteó Trump esta mañana, mientras se acumulaban los anuncios de los estados.
Sin embargo, en la conferencia de prensa, el presidente dejó entrever que no todos los gobernadores van a testear de manera masiva.
«No todos quieren hacer un testeo significativo, el testeo es bueno en algunos casos, en otros no; hay gobernadores que no quieren basarse en el testeo porque creen que lo pueden hacer de una manera distinta y hacerlo mejor», afirmó el mandatario sobre los criterios que él mismo lanzó y defendió hace unos días, según la transmisión de la Casa Blanca.
No obstante, Trump celebró todas las decisiones de los gobernadores de flexibilizar las medidas restrictivas por la pandemia, incluso las de los gobernadores que se mantienen firmes en el cierre de la economía, como los de Nueva York y California, entre otros, en una señal de moderación en su pulseada con los jefes de gobierno locales.
El mandatario solo criticó una reapertura y la calificó como apresurada.
«Le dije al gobernador de Georgia que no estoy de acuerdo con algunos de sus planes de reapertura; él tiene que hacer lo que cree que es correcto; creo que la reapertura de peluquerías, locales de tatuajes y spas en la primera etapa es muy pronto; apoyo estos negocios, pero pueden esperar, el riesgo es muy alto», dijo el mandatario.
Tanto la curva de contagios como la de muertos sigue creciendo a nivel nacional y mientras el epicentro de Nueva York podría estar cerca o en medio de su pico, Estados Unidos sigue teniendo nuevos brotes en otras partes del territorio.
Hasta el momento, el país registró más de 840.300 contagios y unos 47.000 muertos, las peores cifras del mundo, según informó el vicepresidente Mike Pence.
Pese a las advertencias de expertos -incluidos los de su gobierno- Trump le bajó el tono hoy a la posibilidad de un rebrote importante de la pandemia tras las reaperturas de las economías locales y la flexibilización de las medidas de distanciamiento y aislamiento social.
«Puede haber un segundo brote o no, pero no será como el que vivimos en estas últimas semanas», pronosticó el mandatario.
Los estados que anunciaron que ingresaron en la primera etapa de la reapertura de sus economías son Montana, Georgia, Oklahoma, Alaskala, Texas, Carolina del Sur, Tennessee, Florida, Luisiana, Vermont, Utah y Colorado.
De manera más gradual y con menos alcance, se sumaron Carolina del Norte, Washington, Indiana, Michigan, Alabama, Missouri, Mississippi, Oregon, Pensilvania, New Hampshire, Kansas, Hawaii, Idaho y Virginia Occidental.
Mientras un grupo de estados nunca ordenó el cierre de la actividad económica, de los que sí lo hicieron, solo una docena mantienen vigentes las medidas, la mayoría de ellos gobernados por la oposición demócrata, como Nueva York, Nueva Jersey, California e Illinois, entre otros.