Vista desde fuera, la meditación puede parecer pasiva. Te sientas con los ojos cerrados y respiras profundamente. Pero cualquiera que haya pasado tiempo meditando sabe cuán activa e intencional puede ser. En la quietud, tu ritmo cardíaco disminuye y tus niveles de cortisol (la hormona asociada al estrés) bajan. Una práctica de meditación regular puede ayudar con la depresión, el dolor crónico, la ansiedad y los problemas para dormir. Es como un estiramiento, pero para tu mente. La manera de empezar puede ser confusa. ¿Debes sentarte en el suelo? ¿Usar una aplicación? ¿Cantar o incluso inventar un mantra? ¿Y cuánto tiempo es suficiente? Por si no sigues leyendo, la principal conclusión de los maestros de meditación y los psicólogos es que, si funciona para vos, funciona.
No hay una manera correcta de meditar
¿Qué te imaginás cuando piensas en meditar? ¿Qué te viene a la mente? ¿Una posición de loto, un tapete de yoga, una hermosa habitación revestida de madera? Si es así como te sientes más cómodo con la práctica, genial. Pero algunas personas prefieren tirarse de espaldas, mientras que otras prefieren sentarse en una silla. La clave es encontrar una posición en la que tu cuerpo se sienta fuerte y neutral a la vez. Toni Blackman, una artista que crea mezclas de hip-hop para darle un giro a su mente y su energía, al principio dudaba en considerar su práctica basada en la música como meditación. ”Existe ese estigma. Usar la palabra ‘meditación’ sin usar la palabra ‘oración’ puede parecer poco realista”, comentó. Después de largas conversaciones con sus amigos, Blackman, quien vive en Brooklyn, decidió grabar su propia música y dar clases de meditación con ella. “En el hip-hop, se llama getting open (abrirse). Significa que estás en trance, estás en una zona, estás en la zona. Tu cuerpo comienza a tomar el control y te dejas llevar por lo que sea que esté pasando por tu cuerpo”, afirmó Blackman. Ahora, ella ve cualquier actividad como una oportunidad para meditar, desde correr hasta cocinar.
La meditación es una práctica, no una carrera
“Comenzar una práctica es difícil para todos”, escribió en un correo electrónico Ellie Burrows Gluck, directora ejecutiva de MNDFL, un estudio de meditación en la ciudad de Nueva York. “Es como ir al gimnasio o aprender a tocar un instrumento, no bajas cinco kilos ni tocas Mozart al terminar la primera sesión”, afirmó. Establece un punto de partida personal, comenzando por elegir una hora del día y un lugar para meditar. También deberías empezar poco a poco: si estuvieras entrenando para una maratón, no empezarías con una carrera de 16 kilómetros. “Diez minutos está muy bien; cinco minutos son fabulosos”, recomendó Sara Lazar, directora del Laboratorio Lazar para la Investigación de la Meditación del Hospital General de Massachusetts. “No existen los ‘debería’”, agregó. Si tuviste alguna enfermedad mental o si estás pasando por un momento difícil, tené cuidado. Las personas con trastorno de estrés postraumático, esquizofrenia y trastorno bipolar deben trabajar con un guía o profesor de meditación, recomendó Lazar.
Vista desde fuera, la meditación puede parecer pasiva. Te sientas con los ojos cerrados y respiras profundamente. Pero cualquiera que haya pasado tiempo meditando sabe cuán activa e intencional puede ser. En la quietud, tu ritmo cardíaco disminuye y tus niveles de cortisol (la hormona asociada al estrés) bajan. Una práctica de meditación regular puede ayudar con la depresión, el dolor crónico, la ansiedad y los problemas para dormir. Es como un estiramiento, pero para tu mente. La manera de empezar puede ser confusa. ¿Debes sentarte en el suelo? ¿Usar una aplicación? ¿Cantar o incluso inventar un mantra? ¿Y cuánto tiempo es suficiente? Por si no sigues leyendo, la principal conclusión de los maestros de meditación y los psicólogos es que, si funciona para vos, funciona.
No hay una manera correcta de meditar
¿Qué te imaginás cuando piensas en meditar? ¿Qué te viene a la mente? ¿Una posición de loto, un tapete de yoga, una hermosa habitación revestida de madera? Si es así como te sientes más cómodo con la práctica, genial. Pero algunas personas prefieren tirarse de espaldas, mientras que otras prefieren sentarse en una silla. La clave es encontrar una posición en la que tu cuerpo se sienta fuerte y neutral a la vez. Toni Blackman, una artista que crea mezclas de hip-hop para darle un giro a su mente y su energía, al principio dudaba en considerar su práctica basada en la música como meditación. ”Existe ese estigma. Usar la palabra ‘meditación’ sin usar la palabra ‘oración’ puede parecer poco realista”, comentó. Después de largas conversaciones con sus amigos, Blackman, quien vive en Brooklyn, decidió grabar su propia música y dar clases de meditación con ella. “En el hip-hop, se llama getting open (abrirse). Significa que estás en trance, estás en una zona, estás en la zona. Tu cuerpo comienza a tomar el control y te dejas llevar por lo que sea que esté pasando por tu cuerpo”, afirmó Blackman. Ahora, ella ve cualquier actividad como una oportunidad para meditar, desde correr hasta cocinar.
La meditación es una práctica, no una carrera
“Comenzar una práctica es difícil para todos”, escribió en un correo electrónico Ellie Burrows Gluck, directora ejecutiva de MNDFL, un estudio de meditación en la ciudad de Nueva York. “Es como ir al gimnasio o aprender a tocar un instrumento, no bajas cinco kilos ni tocas Mozart al terminar la primera sesión”, afirmó. Establece un punto de partida personal, comenzando por elegir una hora del día y un lugar para meditar. También deberías empezar poco a poco: si estuvieras entrenando para una maratón, no empezarías con una carrera de 16 kilómetros. “Diez minutos está muy bien; cinco minutos son fabulosos”, recomendó Sara Lazar, directora del Laboratorio Lazar para la Investigación de la Meditación del Hospital General de Massachusetts. “No existen los ‘debería’”, agregó. Si tuviste alguna enfermedad mental o si estás pasando por un momento difícil, tené cuidado. Las personas con trastorno de estrés postraumático, esquizofrenia y trastorno bipolar deben trabajar con un guía o profesor de meditación, recomendó Lazar.
Y solo déjate ir
Meditás para vos, para sentirte más enraizado en vos y en el mundo. Por lo tanto, déjate llevar por cualquiera que sea tu práctica para ese día. Si no quieres usar una aplicación, puedes intentar la visualización, como imaginarte en un lugar tranquilo y hermoso, o simplemente inhala y exhala mientras cuentas hasta seis en cada ocasión. Presta atención a tu cuerpo (dónde tocan el suelo tus piernas, cómo se siente tu columna vertebral) y escuchate. Chris Toulson, especialista en meditación desde hace 35 años, advirtió que no se debe esperar demasiado de una sola sesión. “Cada día va a ser diferente porque pasaste por cosas diferentes ese día”, dijo. “No se trata de vaciar la mente, ya que eso es imposible”, continuó. “Nuestro cerebro no está diseñado para estar vacío. No podemos controlar lo que entra en nuestra cabeza. Lo que sí podemos controlar es la forma en que nos enfrentamos a ello”. Toulson, quien vive en las afueras de Londres, sugiere imaginar que los pensamientos y las emociones son nubes: “Cuando estés meditando, imagina que estás mirando al cielo. A veces las nubes son brillantes y esponjosas. A veces son oscuras. De cualquier manera, estás abajo, observándolas, sintiendo el pasto bajo los dedos y viendo el mundo pasar”.