La directora del Instituto de Hemoterapia de la provincia de Buenos Aires, Nora Etchenique, destacó los avances en la lucha contra el coronavirus a través de la aplicación de plasma de pacientes recuperados de Covid-19 en otros que están aún convalecientes. «Se pensó que podríamos darle una inmunización pasiva, es decir darle los anticuerpos que tiene un paciente recuperado a uno que está enfermo y vamos observando qué pasa», señaló Etchenique en una entrevista radial de Ernesto Tenembaum.
La experta dijo que, hasta el corte del miércoles, en la provincia de Buenos Aires se le transfundió a 104 pacientes. «Tuvieron distintos resultados, en el sentido de haberle aplicado el plasma oportunamente. De los 104 pacientes, 99 se recuperaron», aseguró la especialista.
Explicó que salieron de la etapa de baja saturación de oxígeno, modificaron sus parámetros de laboratorio, pero lo mejor de todo es cómo se sintieron los pacientes a las 12 horas posteriores a la aplicación de plasma. «El paciente refiere sentirse mejor, que tiene más aire aunque todavía sus parámetros no son del todo normales», destacó Etchenique al tiempo que advirtió que todavía no se lo considera un tratamiento sino que es un ensayo clínico.
Dijo que se necesita evaluar otras situaciones para que la aplicación de plasma de pacientes recuperados sea considerada un tratamiento.
La directora del Instituto de Hemoterapia de la provincia de Buenos Aires sostuvo que la pandemia «es fascinante y a la vez preocupante. Hubo varias pandemias a lo largo de la historia del mundo, pero no había aviones, había barcos. La forma de trascender esta pandemia no era tan impactante, como es esto ahora».
Observó que se conoce muy poco del coronavirus, pero «lo que se sabe es que las personas que se recuperan formaron anticuerpos contra el coronavirus y que el pico máximo de producción de estos anticuerpos es en el día 40 de la enfermedad».
En tanto que sobre el plasma en la Argentina se cuenta con cierta experiencia a partir de la fiebre hemorrágica, del mal de los rastrojos. «Donde en la década del `50, del ’60, la letalidad de esta enfermedad pasó de uno 30% a un 3%».