Docente galesa decidió quedarse en la Ciudad y trabajar en plena pandemia. La Embajada Británica ya le había asignado un avión pero se negó a regresar para continuar con su misión de enseñar educación galesa. Ahora está en Trelew y trabaja intensamente aunque por internet.
Mirian Brosschot de 29 años, es docente de educación galesa, llegó a Chubut tres semanas antes de que se dictase la cuarentena en Argentina. Es del norte de Gales y es voluntaria para la enseñanza de la cultura y el idioma galés, en un proyecto que financia la labor educativa en Chubut, con recursos también aportados por el gobierno galés.
La joven reconoció que tuvo que tomar una decisión: si dejar el valle o permanecer en él pese al tan difícilmente momento. Ella habla perfectamente el castellano y dialogó con Jornada.
“Decidí venir a la Patagonia porque vi que buscaban maestras de galés. Pensé: qué interesante sería dar clases a gente cuya lengua materna es el español. En galés doy clases donde casi todos hablan inglés como idioma materno. Es interesante ver cómo eso influye en el aprendizaje del galés. Llegué en febrero, tres o cuatro semanas antes de que comenzara la cuarentena. Comencé a trabajar en marzo cuando empezó la cuarentena, y comenzamos todos a trabajar online”, describió.
Entrado marzo, las cosas se agravaron y ya desde ese entonces, la Embajada Británica en Buenos Aires, diagnosticó que la situación se estiraría y que por eso, los aviones no volarían al Reino Unido mínimo hasta diciembre de 2020.
Brosschot, desde el departamento que habita en Trelew, confirmó que “nos contactó la Embajada Británica (Buenos Aires) a dos docente en el valle y una en la cordillera, el mismo proyecto. A fines de marzo nos informó la Embajada, que había dos vuelos y que si queríamos volver a galés debíamos hacerlos en esos mismos vuelos. Hasta diciembre o habría vuelos para volver”.
La docente galesa que se habían afincado en Trevelin y Esquel, y su colega en el valle inferior tomaron los aviones y decidieron volver al viejo país. Brosschot hizo lo contrario. “Me alegro mucho de quedarme, me alegra mucho estar acá, a pesar de la cuarentena. Me encanta la vida acá”, aseguró.
El proyecto de educación galesa pretendía que las docentes dieran clase hasta antes de navidad y retornar a su país. Pero el estallido de la cuarentena modificó todo. “Si hay vuelos en diciembre volveré a Gales”, dijo para estar junto a sus afectos.
Sobre la decisión de permanecer en Chubut, al igual que lo hicieron algunos de los primeros pioneros, conversó que “tome la decisión de quedarme en ese momento. Ahora si quiero volver no puedo, hay una gran distancia no hay vuelos que van y vienen cada semana. Pienso en cómo los aquellos colonos que se sentían, muy lejos de galés y acostumbrarse acá. Hoy es muy diferente, yo hablo en Trelew y los colonos una vida muy dura cuando llegaron”.
Sobre la realidad de sus días indicó que “con la tecnología de hoy nada es tan lejos. Estoy en contacto con mi familia y amigos”.
La docente galesa estudió en la prestigiosa Universidad de Aberystwyth, donde se formó en literatura galesa y en el uso del español. En España trabajó durante un año donde se perfeccionó en dar clases.
Actividades
Hay cursos de galés. Después de las vacaciones de julio iniciará un nuevo curso para principiantes. Cada semana, durante una hora, hay charlas para mantener conversaciones en galés, tanto en nivel básico y otro para gente con capacidad de dialogar.
Durante la noche hay actividades recreativas como preguntas y respuestas. En la Página de Facebook de Menter Patagonia, se puede acceder a todas las actividades que organizan las docentes tanto en la cordillera como en el valle.