La víctima es una mujer policía que acusa a un sargento que es el encargado de su turno, de hostigarla para que tenga una relación con ella. Según la denunciante, no sería la única empleada que habría padecido ese tipo de prácticas, ya que situaciones similares las habrían vivido otras compañeras de trabajo con la misma persona. ¿Qué harán desde la Jefatura de Policía? ¿Los Gómez, lo protegerán?
En la Agencia de Seguridad Vial, otro organismo estatal que depende del cuestionado ministro de Seguridad Federico Massoni, hace unos meses una sargento de policía denunció maniobras casi similares que le achacaba a un funcionario que era su jefe.
El caso llegó a la Justicia pero, según la denunciante, nunca pasó nada; al acusado lo protegieron y ella la pasó mal. A tal punto que debió pedir el traslado.
La mujer de estos últimos hechos tiene la jerarquía de cabo y en su exposición da cuenta de distintos episodios en los que el denunciado le habría insinuado querer tener una relación con ella, a pesar de que le habría aclarado que está en pareja y que “no sentía nada por él”.
Más adelante, específica en la denuncia que el acusado; que es sargento ayudante y su jefe directo, la habría empezado a hostigar observándola todo el tiempo y preguntándole sobre su vida privada. Y menciona que para ella “el hecho más grave ocurrió en abril”, cuando andando los dos solos en el patrullero, después de haber pasado por la estación de servicio a cargar nafta, habría detenido el móvil en un sector oscuro, en un descampado para preguntarle si podía: insinuándole que quería besarla.
Según el relato de la mujer, le contestó que no, estuvieron estacionados unos quince minutos, como si él estuviera pensando qué hacer y luego retornaron a la comisaría.
En la denuncia también asegura que el sargento la acosó cada vez que se encontraba sola con él y que no sería la única mujer que habría padecido ese tipo de prácticas, que situaciones similares las habrían vivido otras compañeras de trabajo.