En el marco de la Semana de la lactancia que se celebró la semana pasada, Florencia Kirchner quiso contar su propia experiencia. Pidió que «la alimentación del recién nacido sea una política pública» y no «una forma de ejercer violencia sobre los cuerpos de las gestantes».
En un nuevo posteo de Instagram, la forma en que la cineasta se suele comunicar, comenzó expresando:»25 años. Brazos fuertes por levantar a Helena. Mente podrida de escuchar críticas por no estarla amamantando. Sin embargo, nosotras estábamos bien».
Y siguió: «Yo tenía mi cuerpo otra vez-el embarazo me fue una guerra-y el cuerpo de ella que se movía a través del mío. Deseaba que comenzara a caminar para ser al fin dos chicas».
Florencia relató en el post que durante 2016, le dio una entrevista con Agustina Carman, en la que contó que»no había dado la teta porque no quería, me generaba pánico».Allí, hizo mención a todo lo que se oculta de la lactancia, según detalló en la red social: depresión, estrés y mastitis.
«Querer dar la teta pero no tener leche suficiente o, directamente, no tenerla llegando a la total caída en la frustración por no poder cumplir con el mandato y en algunos casos, el deseo. Expresé-aunque no recuerdo si con estas palabras-quela alimentación del/a recién nacido no puede estar estrictamente ligada al cuerpo de una mujer porque eso lo vuelve tiránico. La alimentación del/a recién nacido debe ser una política pública, en la que personas gestantes puedan elegir», escribió.
Y siguió: «Me llovieron críticas tildándome de mala madre, snob y niña rica. Porque claro, yo pude pagar la leche. Pero estas críticas hacían caso omiso a lo ya mencionado: esto debería ser una política pública, todos deberían acceder a la leche ¿Por qué mi cuerpo solo es mío para elegir cuando hablamos de aborto? ¿Qué pasa con el cuerpo y la mente de la mujer que elige ser madre? Entre tantas luchas feministas, una quedó olvidada: la maternidad y ese después del sí quiero»
Florencia dijo que a su vez le llovieron otros comentarios de mujeres que sufrían por médicos, amigos, familia que las presionaban dado que su lactancia no se desarrollaba bien.
«O bien, mujeres que ya no la aguantaban más. No escribo contra la lactancia, ni niego beneficios. Escribo contra la sentencia.Basta de “Dale amor no plástico” “Dar la teta es lo mejor de vos” y etc, porque eso no promueve, sentencia. Nos dicen a las demás que no damos amor. Otra vez nos corren por el lado del amor.¿Qué patriarca las convenció que dar la teta es el gran acto de amor?Promover y explicar es necesario. Apoyar que la alimentación del/a recién nacido sea una política pública y no una tiranía más sobre nuestros cuerpos, también», finalizó.