La divisa estadounidense para la venta al público cerró en $ 77,13 en promedio, con una suba de 22 centavos con respecto al viernes, mientras que en el mercado bursátil el contado con liquidación (CCL), cuya operatoria culmina en coincidencia con el cierre de la Bolsa de Comercio, marca un avance de 1,9%, hasta los $ 129,02.
Por su parte, el dólar MEP también operaba en alza, en este caso de 1,4%, y se negociaba en $ 126,38 por unidad.
En tanto, en el segmento mayorista, la divisa estadounidense avanzó hoy ocho centavos y finalizó en $ 72,95.
Así, el dólar con el recargo de 30% -contemplado en el impuesto País-, culminó la rueda en un valor final de $ 100,27.
El denominado dólar informal o “blue” marcaba un retroceso de dos pesos respecto a la víspera, a $131 por unidad.
Gustavo Quintana, analista de PR Corredores de Cambio, señaló que fue una rueda con “oferta genuina” que prevaleció durante todo el desarrollo de la jornada y permitió que el BCRA comenzara la semana con saldo a favor por su intervención.
El especialista estimó que la autoridad monetaria habría terminado la rueda con compras por unos US$ 40 millones, aproximadamente.
El volumen operado en el segmento de contado fue de US$ 217 millones y se registraron US$ 50 millones en el sector de futuros del MAE.
Analistas de todas partes pusieron los ojos en el canje argentino. También miran el rojo fiscal actual del Gobierno, y a un Banco Central que perdió reservas sin parar en las últimas ocho ruedas consecutivas. Con ese marco, al unísono, todos dicen: si Argentina no logra equilibrio fiscal pronto, el próximo default será inevitable: en 2025 no tendrán dinero para completar lo que Fernández negoció con un “paga el que sigue”.
En los hechos, observadores de acá, allá y todas partes, no ven todavía al Presidente con la fuerza política necesaria como para domar un gasto público insostenible, y un esquema laboral dominado desde hace décadas por sindicatos, que desintegran la inversión privada e impiden que Argentina pueda lograr empleos nuevos.