El avión de entrenamiento primario IA 100 «Malvina», que podría comenzar a volar a principios de 2022 desarrollado por la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea), impulsará además un «ecosistema» de pequeñas y medianas empresas (pymes) tecnológicas que serán proveedoras de distintos subsistemas del avión, y de centros de investigación y desarrollo que «elaborarán soluciones y cálculos de ingeniería para el prototipo», señalaron las autoridades de la empresa.
El entrenador «Malvina», cuyo costo estimado por unidad es de unos 650.000 dólares, es una evolución del programa IA 100, desarrollado por Fadea entre 2013 y 2015 y discontinuado por el Gobierno nacional en 2016 luego de finalizar los vuelos de prueba del demostrador tecnológico.
Entre otras mejoras, el prototipo del «Malvina», que aspira a ser el primer diseño de esa empresa estatal llevado a la producción en serie en más de 30 años, tiene previsto incluir trenes de aterrizaje retráctiles, un motor más potente y la capacidad vuelo invertido, características que no estaban aún desarrolladas en el demostrador tecnológico IA 100.
El proyecto, que ya tiene un compromiso de adquisición de 25 unidades por parte de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), no contaba con fondos asignados para este ejercicio en la ley de presupuesto aprobada el año pasado, pero el préstamo de dos millones y medio de dólares otorgado por el Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF) permitirá adelantar un año su desarrollo.
Esta iniciativa volvió a dotar de capacidad de diseño a Fadea y profundizar su experiencia en el manejo de tecnologías aeronáuticas vigentes como el manejo de materiales compuestos.
La presidenta de Fadea, Mirta Iriondo, afirmó en diálogo con Télam que «en primer lugar, es un proyecto con un componente importante de fabricación nacional y en segundo lugar, está hecho sobre la base de un requerimiento de la Fuerza Aérea, y cuando digo requerimiento digo con la participación instructores y docentes que tienen a su cargo la formación de los pilotos que para toda la Fuerza Aérea».
«En tercer lugar, nosotros tenemos la idea de formar una red de proveedores nacionales para este avión y también firmamos un convenio con el Instituto Universitario Aeronáutico (IUA) para hacer ciertos trabajos de ingeniería relacionados con la física del vuelo y con la integridad estructural del avión», agregó.
Iriondo sostuvo que «además de todos estos aspectos y de las bondades del avión, el programa IA-100 va a marcar un hito porque desde el lanzamiento del IA 63 Pampa que Fadea no tenía un avión nuevo en el que se trabajara desde la etapa de diseño».
«El IA 100 es un programa que contempla distintas etapas de desarrollo, y lo que se hizo hasta 2015 por cuenta y parte de Fadea, porque en ese momento no había un requerimiento formal de ningún cliente, fue avanzar en la construcción de un demostrador tecnológico en el que se probaron tecnologías como el uso de materiales compuestos y la selección de la tecnología más acorde», recordó.
La funcionaria aclaró que «ese avión no tenía los mismos requerimientos que tiene este, porque ese tenía características de un entrenador elemental como tren de aterrizaje fijo o un motor con bajas prestaciones acrobáticas, cosas que el requerimiento para el prototipo sí contempla»
«Aquel demostrador voló a mediados de 2016 y ni la Fuerza Aérea ni el ministerio de Defensa siguieron interesados en ese momento en darle continuidad al programa para definir los criterios operativos e invertir en el prototipo, por lo que este programa quedó suspendido desde esos vuelos de 2016 hasta 2020», añadió.
La presidenta de Fadea estimó que «a mediados de 2021 estaríamos en condiciones de comenzar a construir el prototipo y a fines del año que viene hacer el ‘Roll Out’ que es su presentación, y las certificaciones tanto civil como militar van a ser procesos de muchos vuelos prueba que comenzarán en 2022 junto con la producción en serie de las primeras cuatro unidades».
«En 2023 estaríamos produciendo una docena de unidades, y luego en 2024 habrá que definir cómo sigue la fabricación ya que hay un pedido de 25 unidades formalizado por Fuerza Aérea pero también hay un interés firme de la Armada Argentina», completó Iriondo.