¿Iba al final en el coche el subsecretario de Seguridad Informática Federico Pérez Mariani? ¿Es cierto que andaba borracho o bajo los efectos de alguna sustancia prohibida? ¿Cambiaron el acta que hizo la policía? ¿Existió el accidente?
Son todos interrogantes, sin respuestas oficiales hasta ahora, sobre un hecho que puso en evidencia la impunidad con la que se manejan estos personajes que están en el Gobierno y la falta de controles que hay en el Estado.
Nadie de la oposición, por ejemplo, pidió un mísero informe para clarificar lo que ocurrió esa mañana del sábado 8 de agosto, cuando en la avenida Ducos el vehículo Volkswagen Bora -patente JAN 304- de la provincia, se estrelló contra los bolardos de contención que hay en el lugar y a raíz de ello quedó destruido.
La prensa comodorense informó dos días después el suceso porque según trascendió, el polémico Massoni (cuando no) le habría ordenado a la policía que lo ocultara. Después se supo también que el propio Pérez Mariani habría negado que iba conduciendo el auto cuando chocó y que era su intención accionar judicialmente contra los medios de prensa que así lo habían publicado.
Justamente, eso coincidió con una visita de Massoni a la ciudad petrolera, durante la que se especuló con que habría estado “re-haciendo el acta” del siniestro con los policías que habían intervenido.
Ha pasado exactamente un mes de aquel indignante episodio y todo está igual o peor; como si nada hubiera ocurrido. Lo único que queda como mudo testimonio de la impunidad de la gente de Massoni, es el automóvil oficial –que no sirve más— estacionado frente a una dependencia policial comodorense.
El hecho sucedió cuando Pérez Mariani y otros integrantes del gabinete del Ministerio de Seguridad, se aprestaban a regresar a Rawson de un viaje que habían hecho acompañando a Massoni a Comodoro, para participar de las actividades que desarrollo la ministra de Seguridad de la Nación Sabina Frederic en la ciudad petrolera.