La Asamblea General de la ONU aprobó este viernes por mayoría aplastante la resolución titulada ‘Respuesta integral y coordinada a la pandemia de covid-19’, que establece que el coronavirus se ha convertido en «uno de las mayores desafíos en la historia» de la organización.
A favor de la resolución votaron 169 países. Únicamente EE.UU. e Israel se posicionaron en contra, ya que no aceptaron una enmienda cubana de último momento que exhorta firmemente a los países a oponerse a las sanciones económicas, financieras o comerciales unilaterales, recoge AP. Ucrania y Hungría se abstuvieron.
En el documento la Asamblea General expresó su «profunda preocupación» por el impacto devastador de la pandemia, que ha causado grandes trastornos en la sociedad, los viajes, la agricultura y la industria, así como en el empleo, el comercio y la economía.
Además, la resolución reconoce que las consecuencias de la pandemia han sido mucho más pronunciadas para los ancianos, las mujeres, los jóvenes y los niños, los pobres y los vulnerables. Según el documento, hay un aumento de la discriminación, el racismo, la xenofobia y la incitación al odio asociada al coronavirus en el mundo, por lo que instan a los Estados a luchar contra estos fenómenos.
La Asamblea General asimismo apoyó el «llamamiento del secretario general a un alto el fuego mundial inmediato, en parte para ayudar a crear corredores para la ayuda vital, abrir ventanas a la diplomacia del diálogo y llevar esperanza a lugares y personas que se encuentran entre los más vulnerables al covid-19».
El organismo también pidió «mayor cooperación y solidaridad internacionales para contener, mitigar y superar la pandemia» e instó a las naciones a «permitir que todos los países tengan acceso adecuado y sin obstáculos a diagnósticos, terapias, medicinas y vacunas de calidad, seguras, eficaces y a un precio accesible, así como a tecnologías sanitarias esenciales».
Hasta la fecha en el mundo han sido registrados más de 28.300.000 casos de coronavirus y más de 911.900 muertes. Más de 19.000.000 personas se han recuperado de la enfermedad, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.