David Patricio “El Oso” Romero se llevó un pedazo importante de la historia de la provincia del Chubut, pero también dejó un legado importante. Fue un preso político durante la dictadura militar de 1976, defendió a otros presos y sin límites partidarios, cosechó amistades con los radicales Hipólito Solari Yrigoyen y Abel Amaya.
Romero llevó adelante una defensa irrestricta de los Derechos Humanos en tiempo de persecución durante la dictadura militar de la década del 70 en Argentina y estuvo al frente de varias causas. En esos años, también fue candidato a gobernador de la provincia del Chubut.
El abogado y dirigente peronista falleció este jueves a primera hora, pero deja un legado imborrable en la historia dirigencial de la provincia del Chubut.
Fuente: Metadata Noticias