Los países europeos transitaban la nueva ola de coronavirus con realidades dispares, entre algunos que proyectan imponer nuevas restricciones, como Alemania, y otros que ya planean un relajamiento de las medidas ante el avance del plan de vacunación, mientras crecía el temor en Sudamérica, que combina fuerte suba de contagios con escasa llegada de dosis.
El dato saliente en Europa fue que Alemania extendió sus medidas de confinamiento a un sexto mes e impuso nuevas restricciones, incluyendo un cierre casi total en Semana Santa, en un esfuerzo por disminuir el índice de infecciones, según anunció la canciller Angela Merkel.
En declaraciones a la madrugada tras una larga videoconferencia con los gobernadores de los 16 estados del país, Merkel dijo que las restricciones nacionales vigentes desde noviembre, que expiraban el 28 de marzo, serán prorrogadas hasta el 18 de abril.
Los casos subieron sin pausa en Alemania a medida de que la variante del virus detectada primero en el Reino Unido, que es más contagiosa y más letal, se volvió predominante, al punto que la cifra de contagios diarios en proporción a su población ya supera a la de Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia.
«Básicamente, tenemos una nueva pandemia», dijo Merkel a periodistas en Berlín.
El Gobierno de Portugal, en tanto, consideró que la evolución de la pandemia «se mantiene estable», con cifras mínimas de contagios y muertes en varios meses, pero teme que la tendencia se invierta a corto plazo, en parte por la «preocupante» evolución del contexto europeo.
«La situación epidemiológica en Portugal se mantiene estable con la reducción del número de casos. Sin embargo, el riesgo real de transmisión está aumentando», advirtió el primer ministro, António Costa, en un mensaje de Twitter en el que llamó a «mantener todas las cautelas y aplicar las medidas de prevención».
Por el contrario, en República Checa, la evolución de la pandemia empujó al Gobierno de Andrej Babis a extender el estado de emergencia hasta el 27 de abril, aunque existe temor de que el Parlamento se incline por una prórroga más corta.
La tasa de incidencia semanal checa ronda los 580 casos por cada 100.000 habitantes. Al menos 1.475.538 personas contrajeron la enfermedad, mientras más de 8.500 permanecían ingresadas en hospitales.
El sistema hospitalario también se encuentra bajo presión en Hungría, que en la última semana reportó los peores datos de toda la pandemia y mira con preocupación a los establecimientos en los que había 11.873 pacientes, de los cuales 1.389 precisaban respiración asistida, informó la agencia de noticias Europa Press.
Las autoridades sanitarias confirmaron este martes 252 muertos en las últimas 24 horas, una cifra diaria sin precedentes desde el inicio de la pandemia, y la Asociación Médica de Hungría alertó que los centros médicos se habrían visto obligados a recurrir a voluntarios sin formación, a causa de a falta de personal.
A contracorriente, Dinamarca levantará las restricciones de forma gradual y por fases desde abril, luego que los partidos políticos daneses alcanzaran un amplio acuerdo.
El calendario de relajación de las limitaciones depende de la vacunación de todos los mayores de 50 años y pertenecientes a grupos de riesgo, además de mantener los números de nuevos contagios bajo.
En Rusia, en tanto, las autoridades sanitarias informaron que el país registró en la última jornada otros 8.457 casos de coronavirus, la cifra diaria más baja desde el 29 de septiembre, y 427 muertes.
«En las últimas 24 horas en Rusia se confirmaron 8.457 casos de infección por el nuevo coronavirus en las 85 regiones», indicó el Gobierno en un comunicado en el que matizó que el 11,2% de esos casos (945) no presentan síntomas.
En total, desde que comenzó la pandemia se detectaron 4.474.610 contagios, lo que supone que en la última jornada hubo un incremento del 0,19% respecto al día anterior.
A su turno, el primer ministro británico, Boris Johnson, llamó a los ciudadanos a reflexionar sobre lo que consideró un año muy «difícil para el país» en el aniversario del inicio del primer confinamiento en el Reino Unido, una jornada marcada por los homenajes y minutos de silencio.
El Reino Unido, el país más castigado de Europa, inició el día con múltiples homenajes en honor a los 126.000 muertos por coronavirus, entre ellos un minuto de silencio en el Parlamento al mediodía, mientras que los monumentos de todo el país, incluido el London Eye, se iluminaron por la noche.